e vista
las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y m
de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería c
intentara, su corazón pertenec
lly
dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonris
staba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así
no. -Bueno. Te esperaré aquí. Com
no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo
estaba pasando
felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No hab
otros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él.
e muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería
sonrisa-. Debo visitar el estudio para la
con
s de levantar la cara para mirarme de nuevo-. Tienes documentos
er
ersonal, Pierce. Esta
baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayero
limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la v
orprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frent
tu vestido p
ara mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de esto
o que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo.
ntiré hermosa con este vesti
do que sostenía y su rostro inmediatamente s
s ayúdame a arregl
ome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferi
lly
sobresaltarme e
bien? -p
y sonr
go más qu
é rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar
interior y me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo e
yunar antes de
ente a él y asentí. -Lo haré.
la misma página,
isma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pens
lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo
onmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres enco
té de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo,
consiguió. Su mirada era de preocupación. -Eres mi mejor amig
así que me calmé-. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simp
entamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia m
todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly?
decírselo, pero justo en ese momento su teléfono s
lpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arri
imir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener un
trataba de Lexi