mecánico, todo mi ser se estremece. Su pecho, sus brazos, sus ojos, sus labios, su forma de sonreír, de sostener sus herramientas de trabajo en sus manos, de suda
hacer, que inconscientemente pienso en él. No sé qué me pasa, ni
encima, algo que me hace pensar que tiene a alguien más. En su mirada puedo ver el aburrimiento y lo infeliz que es a mi lado, por lo que no entiendo a son de qué
es el mismo hombre que quise algún día, ahora parece más un desconocido que a
a puerta me sacaron de mis deberes. Le di permiso para entrar a la persona que h
a interrumpa, pero si no fues
ocurre
ampoco puede llevar el auto a un taller porque no contamos con el dinero para pagar por el arreglo en este momento, además de que mi madre perdería esa cita que tanto nos costó sacarle y es de suma im
r a tu madre y a tu hermana, adelante. No tengo ningún problema con ell
anza. Permíteme pagarle la reparación co
o, en cuanto termine de realizar el inventario, puedo atender yo misma. No tengo proble
Sra. Brianna! E
rde -sonreí-. Envíame la ubicación del auto e inm
dirección en donde se había quedado el
poco de valor en mí para llamarlo. He tenido la tentación aunque sea de enviarle un mensaje, todavía no entiendo por
no podía explicar. ¿Cómo algo tan simple como una llamada puede ponerme tan nerviosa?
ue los nervios me gobernaron d
bueno
-vacilé por un instante,
de memoria, pero
é por qué me molestó que no
ó una suave risita-. ¿
ero esta vez no podré llev
la dirección a donde
viaré por
acue
más palabras para decirle. No existía una persona en este mundo que me hiciera sentir ta
a que tenía como foto de perfil. No pensé que un hombre tan atractivo tuviese
ertar las mariposas en mi piel. Todas estas reacciones que no había experimentado antes me hicieron entender que lo que yo necesito es quien pueda calmar esos deseos que están ardiendo en lo más recón