img Eres mi dueña  /  Capítulo 3 3 | 27.27%
Instalar App
Historia

Capítulo 3 3

Palabras:1927    |    Actualizado en: 15/10/2024

más clases. Y cuando quise darme cuenta ya

tuve que despedir de Britt, ya la echaba d

lo mismo, aunque ya estaba acostumbrado a no estar tod

nico, ¿

estar llorando por los rincones por ella. Yo le respondí que él lo que tenía era celo

abreado. Pero no d

menzaba n

las copas, él se acercó con

ra que se te quite esa triste

a más corto que el mío, casi calvo y se había hecho otro tatuaje en

miraban esperando q

mi tarea- No soy como otros- y lo miré pa

arra y se subió en ella, tomó

regunto con fingida inocencia, ne

ueran apenas las ocho trei

eptaba ir conmigo al teatro a ver una obra psicológica que estaba en estreno.

ia sonrisa que no a

rdió el labio- están como un tren, pero cierto tienes novia- chaqueó l

o en absoluto, así que

e te estas tirand

go se terminó lo que quedaba en el vaso, y respond

la barra- lo que yo me fol

orizado por

sarse- lo regañe, pus

o por mis hombros- como s

pecé a organizar las cop

o yo, pero al menos no eres vi

ocaban. Le lance una mirada, dicién

preparatoria, con mi primera novia, la cual, por cierto fue un desastre. A la semana de habernos acostados me dejó. Esa fue

con ella, eran muchas, siempre estábamos muy ocupados con los estudios, ad

quie

eguía tod

ltaban y me volteé para verlo. Vamos

novia- sentí que mi cara se ponía roja, estaba al punto de tirarle lo prime

do como el cobarde que era, y me grit

ara la salud, tío,

o hicieron ningún comentario, gracias

as que se, que no son mucha, pero Britt tampoco era de esas que pensaban en sexo

s de hacer el amor. Pero, por ahora me conformaba con lo que teníamos, y no lo cambiaría por nada. Tenía mi futuro p

opinara Bruno ni nadi

bar comenzó a llenarse y Bruno se incorporó al otro extremo de la barra para comenzar a preparar las bebid

dose y frotándose unos con otros al ritmo de la música, si era que aquello se le llamaba bailar. Mis manos se movían rápidamente, preparando y entregando bebidas a todos los que se acercaban a la barra. Ya estaba más que acostumbrado a todo esto, al ruido,

porque claro está que sobrias no lo harían, a esos hombres que venían ahogar las penas en el alcohol por c

scansar las manos, mientr

, hablando a gritos, bailando, besándose. Todo parecía bajo control.

os latidos acelerados de mi coraz

son

a pero ella solo t

. Le dio un trago a su cóctel San Francisco, sin alcohol, sin dejar d

er

ontrol, mi cuerpo estaba fuera de control. Esta morena me hacía

os de ella. Las chicas de la barra ya estaban un poco borrachas, pero eso no impedía que vi

hica que había conocido en la cafetería. Ella no apartaba sus hermosos ojos neg

asaba a e

os no dejaba

podía apartar m

sencilla o que estuviera

de diosa, una figura atlética, a l

camino en dirección a la

piel, unos tacones no muy altos, un top negro que solo cubría sus grandes senos y encima la misma chaqueta neg

ron mi cuerpo, aunque no

ra mirarla, ella sabía el efecto que causaba y a

a de mí, solo nos dividía la bar

Y me quede

alie

sonr

que s

la. Tenía que controlarme, como odiaba sen

l rabito del ojo veo que el tipo se come con sus ojos a la moren

de hacerlo me esto

en si

rle la bebida al hombre y así

a copa nena?-le

a lo miro cuand

, mi chico

itar ruborizarme de pies a cabeza. ¿Ac

ión. Le entregué la bebid

abía que era tu

denada sabe lo que me hace, me es

nas chicas y cuando se aleja

deseas

smo-co

iota porque ella sabe que la he estado mirando. Así que

cerlo nuestros dedos se rozan, algo que no se explic

mismo, estoy e

ayos tiene

mente mis man

de

me

a sin dejar de mirarme, pone la copa e

eeman –y

Instalar App
icon APP STORE
icon GOOGLE PLAY