ros o a otro matrimonio no era válida; sin duda alguna, el matrimonio entre Marisol y
a la idea, que ambos tuvieran un
s conducía a la empresa Cortázar, donde no sabía cómo hablarle a ese monument
sa que tú. Si acepta este matrimonio, no es por qu
herencia de su abuelo -terminó el vi
iene un novio o un amante. -reprochó Juan
mucho su imagen y su reputación -Habló con tant
mujer? -preguntó y aseguró al mismo tiempo Juan David, con p
ás muy feliz, hijo.
idea de castigar a ese hombre qu
ser tan jodid
a con él, en
pasar de los años metida en el mundo empresarial y ese contrato de por medi
ra todo de la teoría o no viera unos qu
a en ese Imbécil de piel bronceada, cuerpo bien trabajado, ojos negros, provocadores para
dispuesto hacer lo que ella querí
l fueron interrumpidos por
ecret
busco -le habló el jo
chas ganas de atender a un
guardó silencio y se incorporó de in
se -respondió
. Se aclaró la garganta antes de ver entrar a semejante hombre a su oficina, sus miradas estaban fi
ento frente a ella, fijando su mirada en sus grandes p
tocar ese par con tu lengua.
nte, mujer. -Se burló Juan David, arreg
tu visita? -Ind
sonas sin futuro -Continuo co
vantándose, con una sonrisa pasó su mano por su mentón, suav
pas, deberías irte. -Siguió habl
Volvió a excla
por qué pierdo mucho si no
isol viendo unos documentos, ignorando su co
oltero, así que deja tu show y aclaremos este matrim
mis acuerdos, que espero no los incumpl
a esa mujer por su cabeza. Dio unos pasos y se sentó en el gran sofá que e
ejar de ver sus documentos, pues la mirada de Juan David era
volteo a ver la hoja, así saber lo qu
uer
ada que tenga que
gen y reputación
los eventos y aparentar
dea de procrear el heredero
enamo
bro, se podría decir que esos acuerdos, eran justos los que él pensaba propon
cuerdos? -preguntó Marisol cerrand
ando sus dedos por el escritorio hasta llegar a ella,
surro muy serio, haciendo que Ma
sfacerme como esposa? -sugi
taria diligente y discreta -insi
s imposible -aseg
o son -declaró Marisol bor
ue esos son tus amante
te -le habló Marisol desviando el tema, dej
de su esposa, con nada más ni nada
, salió azotando la puerta y su ceño se frunció al ver al gua
ensamientos fueron borrados p
ntes que se moleste más -comentó el secretario, Jua
suficiente para regresar antes que
de Marisol, que él no sintió lo inexperta que era, puso una mano en el cuello y la otra en una nalga para profundizar más el bes
ue salió de Juan David, salien
felicidad, sus sonrisas estaban congeladas, ansiosos de saber si
só Marisol tratando de verse relajada, aunque sentía su cuerpo temblar de la excitaci
? -grita
tú abuelo se entera, nos despide
jante barbaridad, poniendo en peligro nuestros e
o Marisol observando unos documentos para tratar de olvidar l
despedidos y Juan David solo trataba de ca
ero la estudiaría al máximo con tal d