asar del tiempo, estaba arrasando página tras página hasta que una punzada de dolor en mi espalda y cuello por mi posición me obligaron a detenerme y regresar al presente; me estiré tratando de darle
iezas de pan y helado en todo el día, eso me hizo recordar que había comprado
ue se le diera ese pan, le di una mordida, el sabor ligero a vainilla del pan en combinación con las chispas de choc
rminaba dándole un trago a la leche. Me dirigí a la alacena rezando por que de pura casualidad pudiera tener un cartón de reserva, pero nada... no podía comer mi pan sin leche más que una costumbre
alofrío recorrió todo mi cuerpo, me hizo experimentar un creciente frío, una parte de mí no quería salir pensaba que no valía la pena arriesgarse y que podíamos comer el pan con un vaso de agua hoy, pero mi otra parte se p
al ser abierta chocaba contra las paredes e hizo eco en los desolados pasillos, en cuánto puse un pie fuera mi piel se erizó, por alguna extraña razón me sentía en peligro, pero miun poco más de lo normal, comencé a caminar mientras me abrazaba a mi misma, corría un viento fresco, al sentir su suave soplido sobre mi piel, é
lo completamente abandonado, me parecía difícil de creer como era éste el lugar cálido y agradable que recorrí con tranquilidad en la mañana, ahora
des, pero como lo empecé a pensar a medio camino se encontraba cerrado como todos los lugares, aun así mis pies tercos
pan sin leche, rayo
erpo giró y me disponía a regresar a casa choque con algo duro y firme, pero a la vez se sintió muy cálido comparado con el frío que hacía, al llevarme la mano a la frente y levantar
alió con algo de molestia y desesperación, instintivamente le ale
uedo comer mi pan así, por eso pensé en
está cerrado, no pueden salir
no he visto nada raro por aquí para q
tamente a donde estábamos, era una especie de ronroneo, como el que producía un gato, pero este era un tanto más agudo y escalofriante, Ryan movía l
tenemos que lle
contra su espalda, me hice a un lado con toda la intención de quejarme, su ancha espalda impedía mi visión así que cuando me moví me di cuenta de que miraba al frente,
se pasó la lengua por los labios y en ese momento pude apreciar mejor sus colmillos, largos, delgados y filosos, u
nar hacia nosotros y a mí casi se me detiene el corazón ante su primer m
ncreíble, al principio los separaba una considerable brecha y en un parpadeo ya estaban bastante cerca. Lo siguiente que pude notar fue el
n llegó a mi mente por encima de todo lo demás, (Corre Lluvia)... recordando sus anteriores palabras por fin mis acciones se pudieron coordinar y mis piernas comenzaron a correr l