ítu
e el camino hacia la felicidad rara vez es recto, pero también me había dado lo que siempre quise: mi propio espacio para ser quien soy. Para ser alguien que no depend
de antes. Ya no era la misma persona que había dejado esta ciudad hace años, buscando la aceptación de un mundo que no entendía bien. Pero ahora, al respirar el
que mi padre había llevado a nuevas alturas. Mi propia marca de belleza, que había lanzado con mucho esfuerzo, ya se había convertido en la más valiosa del mercado. Pero, más allá de las
liar esperándome con una sonrisa amplia y radiante: Lili. Con su característ
zos abiertos. La abracé fuerte, dejando que s
é! -respondí, sonriendo
-preguntó con un brillo tra
ando a Venus en la semana de la mod
Lili, y me hizo reír. -¿Cómo te va todo
do en la favorita de muchas celebridades. Mi padre se encarga de la gestión, mientras yo me concentr
rgullosa de mí. No pude evitar sentirme agradec
de periodistas comenzó a acercarse a paso rápido. El bullicio s
venía con el territorio. A pesar de mi fama, aún me sorprendía lo intrusivos que podían ser. Mi equipo de seguridad intentó apartarlos
moda. Va a ser una experiencia increíble -
espués de tanto tiempo? -me preguntó otro peri
mente estaba en otra parte. Había regresado por mi carrera, pero había algo en esta
tu familia? -preguntó otro
una periodista se adelantó, mirando fijame
da amorosa. Sabemos que tu ex prometido, Elliot, ha sido visto con varias muje
entirse incómoda. No esperaba que tocaran ese tema. Mi mente recordó los años en los que Elliot y yo estuvimos juntos, la promesa rota y el do
ojos. Fue lo más neutral que pude. La verdad era que no quería hablar de Elliot, ni
ba, no pudo contenerse. Se adelantó y se dirig
eriodistas, aunque sorprendidos, retrocedieran un poco. La seguridad aprovechó la oportunidad para guiarnos hacia la salida, mientras yo trataba de rec
oide. - Agradecí su apoyo, aunque sabía que, por dentro, no todo estaba tan claro. Mi vid