noche anterior, me sentía emocionalmente agotada. Las palabras de Gabriel seguí

ás complicado. No era solo la familia Montenegro, sus socios de negocios, ni siquiera las reglas impu

en él. Pero cuando bajé a la cocina, lo encontré allí, como si el un

é. Vestía un traje impecable, como si estuviera listo para dominar el mundo. Al es

dijo, su voz s

sin intentar sonar más

a punto de romperse. Me serví una taza de café y me sent

pués de un mome

rándolo directamente. Quería que entendiera

a mesa y se inclinó lig

ne, pero para eso necesitamos s

prendida por su el

una mentira, Gabriel. Des

e tensó, pero

o. Ambos tenemos algo que ganar, y n

entimientos? -solté an

ron, como si mis palabras hu

ctam

esde el principio, la única regla clara era que no podía enamorarme de él.

é antes de levanta

-

ecorriendo la casa, leyendo un libro de la impresionante biblioteca y dando un p

vez que me pedía que lo acompañara para discutir algún detal

escritorio, revisando unos documentos. Al verme,

te, por

tratando de parecer más tranquil

ué

a un lado y enfocando toda su atención en mí-. Mi madre está organizando

ntiendo cómo mi ansieda

vitados, incluidos miembros de la prensa. Nec

que no podía ignorar e

ras de mí

ríe, y responde cualquier pregunta con seguri

idea de enfrentarme a una sala l

lante, apoyando los cod

fácil para ti, pero con

on. ¿Confianza? Nunca habría imaginado que G

-

ome en alguien que apenas reconocía en el espejo. Llevaba un vestido negro de terciopelo que se ajustaba perfectamente a mi figura, con un escote elegante

vestíbulo. Al verme, sus ojos recorrieron mi figura de arrib

nte -dijo, su voz más

intiendo cómo el calo

mé, intentando ignorar el ho

-

legantes, luces brillantes y cámaras que capturaban cada movimiento. Gabriel

niendo una conversación fluida con todos. Por mi parte, hice lo mejor que

una mujer se acercó. Era hermosa, con un vestido rojo que parecí

o, ignorándome por completo mientras le daba un

con un tono neutral-.

na mirada, aunque era evidente q

sta e

abriel, colocando una mano

a se tensó por un insta

ada de cono

No sabía quién era esta mujer, pero estaba claro que su relación co