ítu
frente a m
verdes que brillaban bajo la tenue luz de la habitación. Un pequeño lunar
n latía c
el espejo
esto no est
ás delicadas de lo que recordaba, más pequeñas. Mi altura
sueño! -reí, pero mi ris
ía pro
la enorme cama, tapándome con la cobija h
, y cuando despierte, todo volverá a la
gaba, el miedo y la angust
, la fatiga
-
erando sentir la familiaridad de mi cuarto, el
ro
tenían una textura lujosa que no reconocía.
ración s
rededor. La habitación seguía a
jo con el cor
o
odía
a... esa desconocid
puerta abriéndos
entró con una ex
espertado. Por fav
que hacía. Me lancé haci
llíz
rpadeó, des
erd
ecesito saber
temblaron
¿se encuent
sistí, agarrándol
nalmente asintió. Subí la manga de m
ó saliva y me pel
or fue
ofrío me
ó y un nudo se fo
.. -murmuré, llevánd
contra el espejo. Ahí seguía ella, la
ra yo
-La mujer se arrodilló
a la cabeza. Mi mente era un torb
las, pero no les presté atención. Mi cabeza
mo llegué aquí? ¿Será que est
n hasta que una de las sir
! La señorita Cele
con
ele
lo había esc
n susurro, sintiendo un
levantarme y me guiaron hasta la cama. Al poco tiempo,
iene, s
-murmuré, tom
a acidez del jugo, la textura del pan en mi
radas furtivas, susurrando entre ellas. La puerta se abrió nuev
xaminarla -dijo el docto
mis ojos y lo seguí con la mirada. Escuchó mi
sus instrumentos y
do está perfectame
é, inc
en. ¡Estoy en un m
ercambiaron mirada
que despertó, doctor
en mi vida real, pero una de las sirvien
or con tranquilidad-. Después de todo,
zón se
. qué h
és de dos meses en co
areció salir d
me
ses en
se quedó