img El imperio Secreto de la Mafia  /  Capítulo 5 Diálogo interno | 12.50%
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Historia

Capítulo 5 Diálogo interno

Palabras:2274    |    Actualizado en: 20/02/2025

io Me

asuntos de Culla del Crimine. Hasta que apareció esta mujer y llenó nuestras mentes de dudas y miedos, no podí

curo. Me despierto después del primer día de matrimonio, Tony se ha marchado, dejándome aún más irritada por sus insinuaciones sobre

tes. Elisa está furiosa. No necesito que diga nada; la forma en que entra en el d

. Elisa nunca ha aceptado compartir nada, y

eña de lo que es. Evita mirarme directamente, pero puedo ver el miedo en sus ojos. No puedo culparla. La han arrancad

digo, y ella respond

en el despacho.

. La familia. El hogar. Palabras que hace tiempo dejaron de tener significado para mí. Y a

chilla. Me mira fijamente, con ojos llenos de odio. - La has traí

ndo. Me lo

o que hiciste antes, sabes que no perdo

oy a quedarme callada mientras esta mujer entra en tu casa y ocupa un espac

í nada. ¡Soy y si

Lib

er la calma. Siempre supe que era posesiv

o tuve más remedio. Si no f

elearon por las cartas, ¡lo único que tenías que hacer era echarles el problema a ellos!

er el anzuelo. La miro, pero aún no di

í. ¡Esa idiota tiene

fuimos pareja y quiero que me dejes en paz! No vuelvas a esta casa a me

e de ella? - pr

aro q

endo el respeto por sí misma y me h

aciendo tanto tiempo, puedo superarlo...

i casa! - Exi

yo, porque no te quiere....

que llevo dentro. Sus palabras vuelven a mí,

lgo con ella? Paulah es sólo un peso que he aceptad

forma en que evita mirarme directamente, como si siempre estuviera di

ita aú

mo para dejar que estos pensamientos me lleven por mal camino... Soy el líde

que no sabía que aún existía. Un deseo de pro

amientos. No puedo permitirme ser humana. No ahora. No con Elisa observando cada

arme de e

lando con Sara y la enorme televisión encendida con un programa cualquiera. Las dos se ríen e

Sara como nadie. No es que crea que mi sobrina sea capaz de conspirar co

dre en casa?», fuerzo un tono ne

to, siempre alegre. - Buenos

mirada curiosa de Paulah y no le digo nada, no quiero. Simp

s la tensión, y subo al coche. El trayecto hasta la

ntones de documentos, teléfonos que suenan, voces que se s

lema con el lote de armas para

- pregunto pasándom

or en la logística. Lo e

antes de que acabe el día. Tengo la cabez

tiempo de sentarme antes de que suene el teléf

de armas, estará en Culla del Crimine la semana que vi

rtante de todos los contactos y si conseguimos firmar u

ecepción a la altura

an. Una fiesta, lujo, algo para demostrar que tenemos e

ecepción. - Mi voz es firme, sin lugar a discusiones. - Q

ermosas. No hay nada como ofrecer las mejores putas que tene

n parece dudar.

rsonalmente. - Respondo secamente. - Dile que

tra conversación innecesaria con Elisa. Hoy no. Y a pesar de la derr

o su nombre. Su perfil aparece de inmediato. No suelo perder el tiempo en las redes sociales, pero algo en mí

sonríe. No esa sonrisa contenida y desconfiada que muestra aquí cuando está con

elto y un escote delicioso. En otra, sostiene un café y

fuera?». La pregunta me molesta más de lo que debería. En Culla del Crimine, rodeada

conmigo mismo. ¿Qué forma de pensar es

vuelven. La forma en que me mira, como si siempre es

a ventana. La vista de la sede es impo

sobre esta mujer. Pero incluso cuando cojo el teléfono para resolver otro

se trata. La puerta se abre sin contemplaciones y entra Lui, con cara de tener siempr

ndose de brazos mientras me mira fijamente. - Pensaba que

la silla, intentando controlar l

ale seca, casi sarcástica. - No te

No ha cambiado nada, pero has salido de casa enfadado. A

tengo que revisar. - Tengo paquetes que despachar, problemas que resolver. No e

iempo del mundo. - Sigo sin entender nada de su repentino matrimonio, la mujer es hermosa

ayudarla, imagínatela casada con Tony o con

de verdad -pregunta L

e dich

casarías si no fuera verdad. Pero dime

erlo! Tu atrevimiento está

unque sólo sea por placer, sé que no podr

era me acer

e gustan las mu

an, c*brón! Pero con

miel. ¡Estás a cu

s que hacer una fiesta para darle la bienvenida! Ya le he dicho a Kevin q

como si intentara leer algo que no e

todo, ¿verdad? No se puede delegar todo para siempre.

ro se detiene antes de salir. - Ah, y sobre tu a

un gesto con el ded

al trabajo, mis ojos acaban en el portátil cerrado. La

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