mó Madison, quien bajó rápidamen
como el auto avanzaron a un ritmo doloros
ipalmente porque ese día tenía clases y definitiva
an en el aire del asiento trasero, provocando
cuando estaban cerca de la escuela, le pidió a J
todo su coraje para hablar, pero antes de que pudiera hacerlo, la mirada del hombre la silenció; se encontr
omentó Chris sin rodeos, una afirmación cas
te y lujoso empaque de comi
nte tuvieran la intención de venderte un video comprometedor, pri
de que Chris se refería a algo que no tenía n
ca la noche anterior, dejándola con ganas
ude conseguir una grabación. Lo que decidas hacer a partir d
tintivamente buscó el rostro de Chris; los ojos de este permanecieron se
ca que se había quedado preocupada por l
s, pero era un hombre de 32 años, por lo que segurame
ahogándose en un mar de sus pr
scuela. Madison guardó la memoria USB, le dio las gracias y salió rápidam
se, en el dormitorio solo estaban ell
dió al encontrarla todavía sentada frente a su computa
e o acabas de levantarte?", le pregu
hibiendo unos ojos enrojecidos y fatigados, antes de
malintencionados!", exclamó ella con una voz que sal
ndo con estas person
uaves palmadas en su espalda a la vez qu
lo que estoy
que no reconoció. "¿A dónde fuiste anoche? ¿Ahora util
entras se alejaba rápidamente de su amiga. "Pasé p
oraz, la atención de Josie se desv
ste la lotería o algo por el estilo? ¡No puedo creer que hayas podido desa
currió revisar en qué lugar h
aba cerca, así que p
ón de inmediato cambió con consterna
o de consumir alimentos azucarados; si Madison hubiera comprado intencionalmen
tica y curiosa de Josie, la chica se encon
desde lo más profundo de su bolsillo; exhaló un suave suspiro de gratit
ave de la voz de Chri
si dejé mi reloj
spués de una noche llena de intimidad, fue como si él se hubiera convertido en su
chica volvieron a revolotear salvajemente, l
su falda y sintió el frío metal
ncomodaba, así que me lo qu
el hombre finalizó la
ste que te i
un eco implacable; cuanto más intentaba reprimir los recue
ernas alrededor de su cintura, jadeando
ola más y más, cuando de repente el frío de la correa del reloj contra
desesperación abrumó a Madison y
tuvo que ser
o de su amiga, mirándola con lo
, como el de un padre que acaba de escuchar una no