do sabía que estaba caminando sobre un campo minado. Pero ahí estaba, de pie en el gran despacho de A
inándose en su enorme silla de cuero, con u
dió Valeria, con la mirada fija en su pr
igos en común? -su padre tomó su vaso de whisky y dio
ás, su voz firme, sin titubeos-. Alguien está comprando acciones de nuestras
lentamente su vaso sobre la mesa, observand
r... -murmuró-.
ntrecerró
ue estaba
an audaz como para intentar algo contra ustedes -Artur
omás-. Pero está usando empresas pantalla y
ndoza -añadió Valeria,
ltó una car
ue es int
ra decisiones sin beneficio propio, y que estuviera entretenido con
de acciones en cualquier entidad financiera do
e Arturo se
gano yo
ijo Valeria, sin pestañear-. Si Ferrer logra gan
adie, ni siquiera en su propia sangre, pero tampoco era estúpido.
rrer está realmente detrás de esto, bloquearé cualquier inten
rqueó u
é qu
da Group. Sé que han estado tanteando el sector ener
, pero ella ya esper
un asiento en la mesa de negociación. P
onrió con ironía-. Casi
iempre tenía una última carta bajo la mang
jo Arturo finalmente-.
o de Arturo, Valeria sintió
eraba -dijo Tomás mientras cam
leria-. Mi padre solo ayuda
sa ventaja le convenga lo sufic
sonrió
o que piensas
Becerra. Por es
dad, Mauricio Ferrer revisaba los inform
de lo esperado -comentó, desli
numbras se mantenía en silen
ntinuó Ferrer-. Y los Becerra tambi
na ceja, invitán
ra se ha meti
n la sombra se inclinó hacia
nrió de lado y en
un problema
¿
una opor
rpadeó, c
ienes e
confianza de alguien que había estado esp
solo es cuestión de tiempo para que
bservó con
l es es
ndro
e enfrenten
e, la partida se volv