uál de los dos sería el vencedor. No sabía su nombre porque ni siquiera tenía su ficha de present
ores. Sin embargo, no estaba convencida de querer contratarlo como su
ción tener un guardaespaldas. No sabía en qué momento las cosas habí
rtantes. En pocas palabras estaba en la cima del éxito y su agente había insistido que su seguridad era lo más import
alidades necesarias. Había creído que tendría una mejor idea al conocerlos en persona y, de hecho, casi había elegido a alguien cuando Mia apareció
l suelo, derrotándolo al igual que a sus anteriores
as? -pregun
todos sus oponentes, todos la mirarían como si no estuviera actuando
n -se limitó
a acercándose y t
a niños. Además, la trataba con total naturalidad, incluso después
clientes -regañó Giov
staría metida en un lío
primera vez y lo seguía creyendo en ese momento. Parecía el tip
. Ella trató de convencerme de que é
tenido algo de miedo, pero la mujer incluso le dio una
ia a Mia y luego miró en direcció
y le extendió un billete a Mia q
rcate -lla
que ese er
resante -dijo su representante-. Es so
enedetti -se prese
Cuando Isabella tomó su mano sinti
rada educada. Después de un rato él pareció darse cuenta de su evaluación y sus ojos se encontraron. Una sonrisa de lado se extendió por su
bre aquel sujeto. Una voz en el fondo de su cabeza le dijo que lo mejo
ntrarse en lo que los
Mia a su agente. Él debía de haberla invitado a una c
Mia se había acercado pensó que trabajaba para Giovanni. Que fueran novios le result
a sabía porque se había molestado en venir. Todo el tiempo se la había pasado en su cel
bien
seguro al conductor para que vi
os, le dio un último vistaz
ndo estuvieron todos dentro del auto-. Me gust
siado interesada-. Envíame su ficha e
á bi
sto del día y el tema de su nuevo guardaespaldas quedó en el olvido.