img  /  Capítulo 5 Como un animal salvaje. | 6.41%
Instalar App
Historia

Capítulo 5 Como un animal salvaje.

Palabras:1319    |    Actualizado en: 16/06/2025

a Ir

pero estaban en mi cocina teniendo sexo cuando tienen un aposento bien amplio para hacerlo. Sin embarg

como por pura obligación o tal vez necesidad. Sin embargo, eso provocó que apretara mis piernas y que cada vello

o se le escapaba una sonrisa mientras se aferraba a la enci

y otra vocecita me indicaba que no debía hacerlo porque esta es mi casa y son ellos los que tienen culpa. Los gemid

jaba; los abarcaba completos, pues no eran muy grandes, estaban hechos a su medida y eso

e le gusto a mi esp

está allí», me re

ba la intimidad de su esposa. Luego enfoqué mi atención en ese enorme trozo

de ella me

demas

olentes...

enía fuerzas para enfrentar nada n

is pasos, pero entonces... vi a

raba

lguien so

e que teme haber

mente que yo estaba ahí, escondida

r fue es

ada, lenta

relamió los labios, como si

as piernas

devastador me hubie

o era

umillante, la de ser descubiert

de lo que había visto, de lo q

a habitación, Mig

una ladrona, temblando

rás, buscando red

os, mientras tomaba mis manos y las fr

a Or

n para dejar a Cristina peleando sola, pero no

no le das uso ya. Orlando, te necesito -me t

me dediqué a bajar un poco el pantalón del pijama que tenía puesto. De manera rústica entré en ella, sin toma

unos minutos

percibí que estábam

ri

bservar cada movimiento de mi parte

n el lugar de Cristina, y mi placer aumentó mucho, haciéndome comprender que me había o

Lo hice... y me di cuenta de que había cometido un error

, tan asombrada como yo, porque

rían encontrarnos -usé esa

del sexo algo intenso y prohibido, porque en ese momento la adrenalina se ins

rad

el ceño fruncido y la paciencia desgastándose con cada minuto que

n temprano, y la idea misma le parecía un castigo

ún olía a perfume barato y sudor de madrugad

suelo frío, gruñendo, y f

a que se te ocurrió jugar al capataz, muévete.

los párpados como si tuvieran arena, y el cuerpo no le respondía con la agilidad que necesitaba. Se l

sa negra que se adhería a su torso con descarada elegancia y unos zapatos de vestir demasiado brillantes para ese entorno. Su at

sfile? -mu

elorio de lujo que pa' ens

y el rostro endurecido, miró su reloj de pulse

ó Orlando, fingiendo una t

ondió con una

tono burlón y la rabia acumulada-. Porque estas no son horas para empezar una jornada. Y

o se t

sculpo. Mi esposa se sintió mal anoche por lo que pasó con la señora. No quería que generáramos conflictos. -Sonrió por dentro, porque deseaba provocarle un problema a Irina con Migue

isculpo por el desplante de mi esposa; luego me explicó que no se sentía bien

img

Contenido

Capítulo 1 PRÓLOGO. La rabieta de un playboy. Capítulo 2 El nuevo capataz es un descarado. Capítulo 3  Intrusos en la cena. Capítulo 4 La esposa del jefe. Capítulo 5 Como un animal salvaje. Capítulo 6 Un segundo error.
Capítulo 7 Capataz atrevido.
Capítulo 8 Provocación en la alacena.
Capítulo 9 Besos con sabor a culpa.
Capítulo 10 Vestido asqueroso.
Capítulo 11 Odio tu actitud.
Capítulo 12 Mientras fingías dormir.
Capítulo 13 Oblígame.
Capítulo 14 La última en enterarse.
Capítulo 15 La furia de una mujer herida.
Capítulo 16 Discusión.
Capítulo 17 Cuando el cuerpo manda.
Capítulo 18 Más mentiras.
Capítulo 19 Mentiras a puertas cerradas.
Capítulo 20 Un hijo no se niega.
Capítulo 21 Todos tienen algo que esconder.
Capítulo 22 Solo era sexo... ¿o no
Capítulo 23 Cama prohibida.
Capítulo 24  Pasión.
Capítulo 25 Susurros entre gemidos.
Capítulo 26 Juramento que duele.
Capítulo 27 ENAMORADOS.
Capítulo 28 Esparciendo veneno.
Capítulo 29 DECEPCIÓN.
Capítulo 30 Más que su prisionera.
Capítulo 31 Una esposa para exhibir.
Capítulo 32 Te gustaban los salvajes, ¿no
Capítulo 33  Sonríe o te destruyo.
Capítulo 34 El demonio en mi cama.
Capítulo 35 Sueño o delirio placentero.
Capítulo 36 UNA PROMESA DUDOSA.
Capítulo 37 PADRES PREOCUPADOS.
Capítulo 38 La infidelidad se sirve primero.
Capítulo 39  Los paños sucios se lavan en casa.
Capítulo 40 Premio para la más perra.
Capítulo 41  El heredero reformado.
Capítulo 42 Ni suya, ni de nadie.
Capítulo 43  Irse para sobrevivir.
Capítulo 44  De la jaula de oro al basurero.
Capítulo 45 El robo perfecto.
Capítulo 46 Lucha de poder.
Capítulo 47 Todos tienen un precio.
Capítulo 48 Venosa, caliente y palpitante.
Capítulo 49 La deuda se paga con dolor.
Capítulo 50 De patrón a peón.
Capítulo 51 Entre víboras y miserias.
Capítulo 52 Ni el infierno es tan cruel.
Capítulo 53 Que se trague su desprecio.
Capítulo 54 Una fiesta, dos verdugos.
Capítulo 55 El regreso del arrogante.
Capítulo 56 La amenaza del niño rico.
Capítulo 57 Jugando con fuego.
Capítulo 58 EGOÍSMO.
Capítulo 59 Si yo no soy feliz... tú tampoco.
Capítulo 60 Te destruiré a mi manera.
Capítulo 61 Piedad disfrazada de hospitalidad.
Capítulo 62 La debilidad de quien más amo.
Capítulo 63 Amarla es mi castigo.
Capítulo 64 Enamorada del mozo.
Capítulo 65 Ni vivo, ni muerto.
Capítulo 66 Pedido denegado.
Capítulo 67  Plan de salvación.
Capítulo 68 La caída de las hijas nobles.
Capítulo 69 Mejor postor.
Capítulo 70 Soberbios.
Capítulo 71 Besos que queman, verdades que matan.
Capítulo 72 No soy tu prisionera.
Capítulo 73 La que no debía salvar.
Capítulo 74 No sé odiarte, pero lo intento.
Capítulo 75 Víbora de mil cabezas.
Capítulo 76 No te amo, pero te necesito.
Capítulo 77 Negociando con deseo.
Capítulo 78  Desobedeciendo una orden.
img
  /  NaN
img
Instalar App
icon APP STORE
icon GOOGLE PLAY