prendentemente, me dijo que tenía una reserva en uno de
os, la mesa estaba decorada con pétalos de rosa. Por un instante, una estú
gira, de sus éxitos, de lo indispensable que era para
léfono vibró. Lo miró y una sonrisa se dib
se. "Camila está en el parque de al lado, qui
e lujo, con los pétalos de rosa y la promes
imo empujaba a Camila en un columpio, cada vez más alto. Sus risas llegaban hasta m
ue. Caminé en dirección contraria, hacia la
ad se extendía a mis pies, un mar de luces parpadeantes. Desde arriba, todo par
pedí un deseo. Un
ví al apartamento vac
bó. Te dejo las
paella fría que nunca se comió. Cogí mis últimas ca
de mis padres. El olor a tierra y a aceite de oliva me