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do guitarrista de flamenco, era un
taúd, una fina cicatriz roja en su pecho m
n accidente, sin ti
El corazón de tu padre fue donado. Consentimiento
por quien lo dejé todo, había entregado el c
corazón estaba fallando y lleva a mi hijo en su
metido, mi amiga... todo era una mentira,
arrastrarme y arrojarme a la oscura y asf
escucharlos burlarse de mí y su prome
enas, pero la impotencia de la
nces en mi mente, uno que
or Mateo, era mi única esperanza, aunque el precio fuera
oz firme, mientras la oscuridad de la

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