en la nariz. Abrí los ojos lentamente, la luz blanca del techo del hospital me
en la habitación y s
rtó, señorita. Nos te
pero mi gargan
.. qué
muy fuerte. Sufrió una hemorragia interna. Tuvimos que intervenir de u
ara
e estaba embarazada. Un hijo de Ricardo. Un
tía, una pérdida abstracta y confusa. Pero debajo de eso, una ola abrumadora de alivio me recorrió. Un alivio tan
staba plano. Vacío. Y por primera vez en mucho
de vuelta a la casa que una vez llamé hogar. Ya no lo er
no duró mucho. Escuché risas provenien
inseguros. Y la escena que en
as Ricardo, de pie frente a ella, le daba de comer trozos de fresa con una ternura que n
una fracción de segundo antes de volverse
volviste! Estábamos tan preocup
nte me miró con indiferencia. "Ya era hora. La ca
despiadada. Vi la forma en que la mano de Ricardo descansaba posesivamente
imos dos días. Ella y Ricardo en nuestro restaurante favorito. Ella y Ricardo paseando al perro que me regaló por mi cumpleaños. El pie d
ra que el mundo la viera, mientra
subió por
¿El que robaron?" Mi vo
ueza. "Sofía, no sé de qué hablas. Ese
do directamente a Ricardo. "Por empujar
"¿Bebé? No seas dramática, Sofía. Fue un ac
uier sentimiento que pudiera haber albergado por él
je a Elena, mi voz era baja y p
"Sofía, esta también e
r un segundo. "¡Esta es la casa que yo decoré! ¡Esta es la bata qu
Cálmate, Sofía. Estás histérica.
e hacia Elena, "vas a ver cómo la fama que construiste sobre mis ruinas
uelta y subí las escaleras hacia nue
s que no habían sido manchadas por su presencia. Ropa, mis libros de diseño, mis cuadernos d
jos de ellos. Estaba cerrando un capítulo. Un capítulo podrido y dolo