suya, siempre conseguía lo que quería, si
eto dorado para entrar en la alta sociedad mexicana, un pasaporte para un matrimonio que asegurara nuestr
una sombra silenciosa que no heredó ni la bel
ca de porcelana, y yo era el bocet
a, la verdad que se escondía detrás de su s
dije una tarde, encontrándola en su habi
ca
exn
ella, el hombre que mi madre despreciaba en
respondió ella sin levantar la vista del tel
s. Todo su discurso sobre la 'reputación' y la 'virgini
n el estómago al verla con él, era una preocupación genuina. Cono
eza y me miró con esa superiori
o. Ricardo es solo una diversión, un juego. Cuando llegue el momento d
a hueca que me
u belleza y en el favor
lvió más imprudente, sus encuentros con Ricardo más frecuentes. Yo lo veía todo,
e explotó, pero no
mpresario poderoso y tradicional que veía en ella la esposa trofeo perfec
de Elena no se
rave que contrajo por su vida imprudente con Ricardo. Entró en pánico, no por su salud,
e, buscaron a
tro descompuesto por el pánico y la rabia, mientras mi madre
las?", respondí, confundid
dad! ¡Lo hiciste a propósito, por envidia! ¡Querías a
có, su voz era u
ver a tu hermana feliz y exitosa. Sabías que esto podí
obligarme a encontrar una "solución", a buscar un médico clandestino, a mentir
fue mi senten
e la casa, nuestros gritos rebotando en las
¡Arruinaste mi vida y t
decisiones lo hicieron!", le gri
uación, sino para unirse al ataque. Me ag
te decimos, m
ltimo empujón, un acto de pura malicia. Mi cabeza golp
fue agudo
do se vol
ndo, un odio que me consumió por completo mientras mi vida se es
e había
hermana
ándome ese resent