novena vez que m
controlado y el impacto brutal me arrojaron contra el m
l ver el alivio en sus ojos por la seguridad de "su
o bajo el sol inclemente, y él, sin pen
itual, me exigió disculpas por asustar a Valentina y a "su bebé"
nsión, el mayordomo me bañó a presión para no ensuciar las alfombras
o este infierno, por qué mi cuerpo
resurrecciones, cada una más doloros
iberación, pero él, en un acto de furia posesiva, m
sobre diseccionarme en un laboratorio para proteger "
ra el