tos importantes, un olor que antes le daba seguridad pero que ahora solo le recordaba todo lo que había sacrificado, sin
dijo Ricardo, su voz era firme au
a atravesar el acero, levantó la vista de sus papeles y se qui
tó Morales, su tono era más paternal
ó hondo, "Quie
dolor, Morales no pareció sorprendido, solo asintió lentamente, sus o
o más, esta situación me está consumiendo, no pued
rujió bajo su peso, "Los rumores en el com
llos, las miradas de lástima de sus colegas, todos sabían de Clara y Marcos D
iota, pero ya no, he terminado, quiero dedicarme por completo al
alento se está desperdiciando, este país te nece
enía que ejecutarla, salió de la oficina de Morales sintiéndose más ligero, con un propósito reno
ba con familiaridad en la cintura de Clara mientras ella le susurraba algo al oído y se reía, una risa íntima que nunca compartía
, la voz de Ricardo era un gruñi
calidez a una máscara de fría indignación, Marcos, por su parte, simp
Clara, su voz era cortante, "¿No pue
o, avanzando hacia ella, "Los he visto, he escuchado los
paranoico y celoso! ¡Siempre has s
hacerlo sentir culpable a él, pero esta vez no funcionó, el dol
su voz era mortalmente tra
o se convirtió rápidamente en rabia, "¡No
on insistencia, seguido de fuertes golpes, Clara lanzó una mirada triunfante a Ricardo, una mirada
del orden público", dijo uno de los
ra, su voz temblaba con lágrimas falsas, "Mi esp
robó el aliento, antes de que pudiera protestar o explicar su versión, los pol