ar el chat grupal: "L
e cualquier cosa que yo
amigos de Damián, hombres a los que había recibido en mi ca
se nubló. Sentí una ola de mareo y tuve qu
ternidad, sino también para algo más. Me desplacé hacia arriba
te superior. Debajo había fechas, horas y nombres. Lalo, Marcos, Esteban... Una l
estado v
habían estado dejando que estos hombres
esposa. Ni siquiera era una persona para ellos. Era una mercan
ció en el chat de un h
che? Estoy dispuesto a d
Damián apareció
del mercado hasta la fiest
ió un emo
e de lujo. Tienes que reservar e
na acompañante. El asco era tan intenso que
a sal en la herida. Bromeaban sobre mi cuerpo
tificación en la parte superior de la
clic
gresaré en dos días. ¡Tendremos una fiesta de bienvenida
. Ahí fue donde Damián y yo celebramos nuestra b
que todos se emocionen por el gr
gó una
olvió y sentí unas
onido. La que tenía enmar
o nacido, Elisa había añadido un pie
EMIO
cura premonición, una certeza de lo que planeaban para mí en esa fiesta, comenzó a formars
rápido. No podía
ndario, todo, a una dirección de correo electrónico segura que yo había creado hace años. Lo
la escalera. Dami
r de nuevo en la mesa, exactamente donde había estado. M
ntrecerrando ligeramente
do una patada -mentí, forzando una
esa familiar máscara de falsa preocupación. La
Acabo de hablar con Elisa. ¡Va a volvar a casa! Vamos a hacerle una fie
n latía c
nos? Damián, no sé... est
Elisa. Después de todo lo que le hiciste pasar, al menos de
entira, el fundamento de
de humor -insistí
sa se de
ja y amenazante-. Se lo debes. Estarás allí, sonriendo y le
ó repentinamente amenazante. Me agarró
iseó, su rostro a
oscuridad fría y vacía. Sin amor, ni remordi
n funcionara, tenía que ir, aunque fu
n la voz temblo
zo y me empujó
glarte. Necesitamos da
jecución. Pero él no sabía que era