vista d
voz de Rico me siguió hasta
ligera y despect
lo está siendo dramática. Ahora, sobre
puesto que no. Ya era de ella otr
. Por primera vez en cuatro años, el peso aplastante
de los papeles firmados una presenci
cerrado y Sofía hubiera sido llevada a donde quisiera ir. Yo
lla descansando en mi hombro. Era un gesto f
sentía com
cabello-. Fía estaba hecha un desastre
espo
agarre se hi
jada por lo
sin humor esca
o, Rico. No
staba tan acostumbrado a mis lágrimas, a mis súplicas
es, ¿qu
e él, a la vida que estaba a punto de dejar a
teníamos con Sofía. Ya se acabó. Los nueve
a un juego que finalmente
mi voz plan
doblado de mi bol
ambiar. La confusión se transformó en incredulidad, luego e
roma, ¿verdad? -exigió,
as tan ansioso por complacerla que ni s
ea de la firma, su prop
me e
Pero tú la dejast
frido mucho." "No lo dice con esa intención."* Tenía un suministro interminable de
aniversario, de mi familia, de mi salud, de mi trabajo. La eligió
acer. Era uno de los pequeños rituales domésticos q
mió en el cuar
dos maletas. Todo lo demás en esta casa sentía que le perten
é. Un único y llamativo arete de diamantes. De Sofía. Siemp
segundo aniversario. Se había sentido pesado entonces, una ca
Cada mueble, cada cuadro en la par
Esto era mío. Lo había construido con mis propias manos, mi propio ojo pa
e consultoría que me conectaba con Moretti Legacy Holdings, el
sta, del tipo que siempre sabía cosas. *Deberías venir a la recaud
itud de víboras sonrientes me ponía la piel de gallin
un círculo de admiradores pendientes de cada una de sus palab
era -decía Sofía, su voz impostada para un máximo dramatismo-. Dijo que no podí
í, Bianca Costello, s
a ti, Fía. Siem
dedicó una pequeña
a, querida.
í, su perfume empa
e dijo que se siente fatal por lo...