sa para unir a las dos familias más poderosas del país. Él era mi futuro, el re
ra mujer. Era el aroma de Ángela, la huérfana frágil que su famil
brazos y darle un beso hambriento, desesperado; un beso que nunca
o un trofeo político, mientras que Ángela era su verdadera rei
consolación. No serí
spacho de mi padre, con
elo l
stó, le di e
a alianza para nuestra familia.
estrelló contra el suelo. Dante
ítu
vista de
s niños, una promesa de unidad entre dos de las familias más poderosas del país.
de la Torre, hija de Don Alejandro de la Torre. Cada calle empedrada y cada callejón somb
peso de mi apellido se sentía más abrumador
del
o de la familia Del Valle, un hombre de cuya fuerza y mente estratégica se hablaba en tono
n la Condesa hasta las esposas que dirigían las organizaciones benéficas que lavaban nu
latido frenético y salvaje contra mis costillas, un r
e siempre se adhería a él, una mezcla limpia y penetrante de sándalo y cuero. Era el aroma del pod
on un suave siseo. Salió, sus anchos h
que lo segu
conta
a se aferraba a su ropa. Un aroma floral barato y
den
r. Le pertenecí
centes y una fragilidad que hacía que los hombres quisieran protegerla. Marco, especialmente. La tr
estro
rostro una máscara de calm
iste c
una p
able como su traje a la medida. Caminó ha
en su casa. Tu
ocedí. El olor era más fuerte ahor
aire en la habitación, antes lleno del cómodo silencio de
desabrochó los puños de la camisa, su mir
un solo movi
noches
o de la ducha, un flujo constante de agua lavando la evid
de su traición en mis entrañas. Seguí el aroma, un rastro
quedé en la oscuridad del pasillo, mi corazón latiendo un ritmo frenético contra
o de l
ios encontrando los de ella en la penumbra. No fue un beso tierno.
nacimiento -la vida con Marco, los hijos que tendríamos, el imperio que gobernaríam
o era una
retrocedí, fundiéndome en las sombr
helada. Cada punto de referencia familiar -la fuente en la plaza, las es
e. Las puertas eran imponentes, tallada
o, con un vaso de tequila en
-Su sonrisa se desvaneció al ver
moción. Se sentía como si estuviera hablando otra persona, una versió
ad
, que
elo l
ente, con el
enviaron. Las familias esperan est
con el perfume de otra mujer. -Lo miré directamente a los ojos, m
guntó, su voz teñida de co
de una alianza -dije, mi voz clara y fi
baló de los dedos, haciéndose
hablar en serio. Es nuestro ri
ras sabiendo a ceniza en mi
lo la confirmación final de una verdad que ha
scuché una conversación a través del enlace de comunicaciones seguras que conectaba
os de mayor confianza de M
sa de la Torre, de alto mantenimiento. Naci
ión. Sentí un pavor hel
gliere* de Marco, su v
. Es una de los nuestros. Tiene fuego. Un h
soldado, se
que Marco es la única familia real q
Me veían como un premio político, una muñeca frágil
ismo orfanato hacía años. Eran los únicos dos sobrevivientes de un incendio que se ha
rmado que otra chica la había molestado, Marco se había pue
r mucho, Bell
favoritismo encajaron. El beso no fue un
y el imperio que venía con él. Pero su corazón,
ía la segun