Lombardi, fui a registrar nuestros papeles de unión oficiales. Era la culminación de
do a una esposa dos meses antes. No era yo. Era Is
quedó de pie, con el brazo rodeando a Isabella, quien se agarraba el vientre y afirmaba que esperaba un hij
a prueba del trabajo que construyó toda su carrera- con retratos
a para provocarle un aborto, por fin lo entendí. No s
l Consigliere del Don me había ofrecido el control del Proyecto Quimera, la red de inteligencia más poderosa de
ítu
vista de
rdi, fui a registrar nuestra unión con el Consigliere de la familia. Fue entonces
no a un único objetivo: el ascenso de Marco. Era nuestro futuro, los cimientos de la familia que yo anh
mos esta noche, solo nosotros dos. Compré su corte de carne favorit
los papeles de la unión con Salvador
on un gesto, con los o
lo un trámite. Podemos hace
segura mi posición, nuestra posi
voz teñida de un fastidio que ya
era inmensa. Dante, "El León", era un hombre cuyo nombre se susurraba, un fantasma de poder que controla
isma. Una sorpresa. Una forma de demostrarle que seguía sien
queña y silenciosa que olía a papel viejo y cuero. La empleada era un
n registro de unión
ulario sobre la
e del s
o Gua
clado. Me miró, y un destello de al
rco Guardiola se act
e alivio
hizo él mismo. Siempre
eada no
istró a
se congeló
mí. Valent
te con la cabeza,
es para Isa
er que juró que no era más que un error de juventud. La hija de la familia Moretti, uno de nues
oraron en la garganta-. Llevamos tres años juntos
empleada perma
o, sí hay un certificado de matrimonio legal a nombre de él e Isabella Moretti, con fecha de hace dos meses. J
rramó por el suelo. Mis manos temblaban mientras buscaba a tientas mi cartera, la foto gastada de Marco y yo en nuestro "día del pacto". No fue una boda
a mientras le mostraba la foto-
a la miró
nales no son reg
probarlo -rog
or hacia mí. Allí estaba, en frías letras negras sobre la pantalla: Marco Guardiola
legado tarde a casa, oliendo a un perfume que no reconocí. Había deslizado una pila de papeles frente a mí, diciéndome que era
bajo, Vale. E
Qué había firmado? ¿Una disolución? ¿La anulación de nuestr
a que su posición fuera segura. Los proyectos que había diseñado para él, los modelos financieros para sus negocios legítimos que le habían ga
de Dante, para dirigir el Proyecto Quimera, la red de inteligencia más sofisticada de
ida, lo único que siempre había querido era una familia. Un lugar al que pertenecer. Marco me lo había promet
. Un fuego. Una rabia tan fría y pura que quem
adas en el suelo. Salí de esa ofi
. Iba a encontr