í
dar de orgullo, pero en cuanto salimos a la calle y torcemos la
aprieto intentando que normalice la subida y la bajada descontrolada de oxígeno. Sé lo que es un ataque de ansiedad,
ca sus manos sobre mis homb
illo y meto la cabez
cuenta conmigo como
ra mis pulmones. Respiro y respiro y respiro, pero el aire no me calma, al
P... Pues
as frente a nosotros. Dos segundos más tarde sale con una
esmayar si n
o momento que respiro dentro de la bolsa comienzo a c
Literalmente crees que te estás muriendo y la sensación es como si te murieras, pero en realidad no te pasa nada grave. Con
e mi corazón, que poco a poco vuelven a su ritmo normal
urro dejando salir
razo y me ayuda
stiene parte de mi peso
que Marcus esté aquí, que todo vuelva a comenzar otra vez. Todo el dolor qu
erar la respiración, enciendo la radio y
nta preparada. Me tumbo mirando el cielo. Mi amigo me ofrece un vaso de agua y mis pastillas, junto con un tranquilizante
o. Ha sido bochornoso - me tapo la
el mejor psiquiatra o no, pero desde luego es el que mejor me
por mostrar cómo te
ad? ¿Qué hago? ¿Hacemos
te mientras doy vuelvas y vue
cidió mudarse a un sitio desconocido para encauzar su vida s
ara que no sea una cobarde. Ya dejé mi vida atrás una vez por él, no puedo volver a hac
te odio - le pego en el
elve el pelo con cariño
pecho y cierro los ojos. Estas crisis me dejan exhausta y en cuanto ha
quedé profundamente dormida. Tom me trajo otra manta y estoy tapada hasta el cuello. Me si
ta trasera, la que da a la pequeña playa privada. Desciendo poco a poco por los tablones de madera. Me envuelvo aún má
o dejo caer mi peso sobre ella. La arena está muy fría, es
mejores sueños y de mis peores
asi estoy convencida de que mi actitud tranquila se debe a la bom
poco verte, pero ya est
o que siempre. Lleva un pantalón vaquero y un Jersey de cuello alto negro, sus pies
vivías aquí y que eras la nueva enfermera - m
a mi. Tal vez él tampoco esperaba verme o no quería vo
- digo mirando la arena -
fume ni siquiera me deja pensar con claridad. ¿En qué momento he sido
queñas olas me
vo para encararlo. Jamás lo había visto nervio
o mi padre y lo primero que se le ocurre preguntar es por el tío que
trae solo con su olor, con su tacto, con un leve roce, desde el pri
a, la segunda vez que lo hizo me destrozó, acabó conmigo y con todas mis esperanzas de un futuro, y ahor
decidimos venirnos a vivir aquí es m
revuelve se saca las manos del bolsill
quilidad de sob
e de él. Tenerlo cerca hace que dude, que
me. Tom se preguntará q
a a los tablones de madera
s tarde - Dice sin
ado. Si piensa que tengo pareja se alejará y no tendré que lidiar cada
e despido sacando u
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