ista de El

un dolor y un sacrificio tácitos. El mundo a mi alrededor giraba, un caleidoscopio vertiginoso de rostros horrorizados y luces intermitentes. E

por dentro. Mis rodillas se doblaron. Sentí que caía, el pulido suelo de mármol corriendo a mi

y ensayada a la que me había acostumbrado. Era miedo crudo, el grito genuino de un niño que ve algo que no puede co

pleto. Una única y fugaz imagen de una vida naciente, una frágil esperanza que había albergado en secreto, disolviéndose en la nada. *

Las amenazas de Gerardo, el control implacable de su familia, la desgarradora alienación de Mateo, se habían apretado alrededor de mi garganta, sofocándome. Esta era la única salida. La única forma de liberarme de

sos apresurados de los paramédicos. La voz de Gerardo, espesa por un terror que nunca

Dafne, todavía agarrándose el estómago con fingida angustia, tratando de intervenir, tratando de ser el centro de atención. El t

azada por un miedo profundo y escalofriante. No estaba mirando a Dafne, no estaba mirando a Celia. Me estaba mirando a mí. Y en sus ojos, lo vi: el reconocimiento de lo

ardia de seguridad que antes había intentado maltratarme ahora me llevaba con una sorprendente delicadeza, su rostro pálido. Los gritos de Dafne de "¡Mi bebé! ¡Mi cabeza!"

pidamente por pasillos brillantemente iluminados, los rostros de enfermeras y médicos un borrón

elo, tirando de él como si pudiera arrancar la imagen de mi acto desesperado de su mente. Su traje caro todavía estaba arrugado, pero ahora parecía colgarle, pesado por el peso de su culpa. Sus ayudantes,

pudimos. Logramos estabilizar la condición de la señora Rivas. Perdió mucha sangre, pero está fuera de peligro in

en hielo. Luego, su voz, un susurro crudo, apenas aud

á tiempo, pero se recuperará. Psicológicamente, eso

os", murmuró, su voz ronca. "Gracias a Dios". Luego se volvió hacia uno de sus ayudantes, su voz todavía temblorosa pero recuperando algo de su tono autoritario.

ja y tensa. "Está hecho. Está estable. Pero... el bebé se ha ido. Necesitas venir al hospital. Ahora.