tenido mi primer be
saba en ese momento, pero, de nuevo, el toque con Da
su cuñado.
hiara quedó desconcertada, abrumada por las emociones,
ió los ojos cuando sintió
aron sobre el p
noche, ambos corazones lat
rte otra vez
bras se repitieron en su cabeza, porque l
i cuñado. ¡Por favo
sin importar las palabras que su mente gr
lda, tocando las mejillas de
e fue haciendo, poco a poco, paso a paso, más intenso. Ella se movía de vez en cuando sobre él, sus manos apoyadas en su pecho y sus caderas presionando,
n exci
iar
ndo disimular la desesperación c
eras y capturó sus nalgas, acercándol
lvo en las escenas subidas de tono que traían ciertas películas, pero ningún hombre h
uedando Chiara Moretti debajo de él, su cuñado. Las manos de Dante se apoyaro
cariciarle el rostro y él s
ardín, aquello parecía quedarle corto a los dos, c
después d
tensos ni aunque quisieran, la consciencia de Chiara fue tomando fuerza, hasta
quiera esperaría tener una primera vez en muc
an creado. Dante retiró sus manos de su cuerpo,
Creo que me
ra apoyó sus manos en el suelo y le
tuvimos porque n
que no l
tando el tono ligerame
retiro mis
o que... por un momento sentí
gust
de admitir
cómo pueda sona
ra ayudarla. Chiara no la tomó, se quedó
stá
gachó a su lado, quitando var
r miedo.
ino que quieras
bros de Dante y se puso de pie, c
mo Chiara tomaba el camino incorrecto,
ho algo. -se quejó cuand
ue no querías escuchar
e-ella pasó a su lado, él la sujetó
exi cuando tu voz toma fuerza o cuando pones esa expres
no se resist
nerviosa, lo que hicimos
istancia que había entre los dos, tocando su mejilla y elevando el rostro de
levarla por el camino correcto, porque si volvían a los besos de antes, e
orta! Eres su cuñada. Re
iberal, también habl
su mujer. ¡Cada u
¡Pero no con
cuñ
fin, luego de u
comenzó a caminar, Dante le
eron salir
es se había defendido de su toque, y suspiró, preguntándose si ella también tenía espi
no podía descubri
primero que Dante, dirigiéndose directamen
te tocó a su puerta, pero
mirando la noche a través de la
.
acerla gritar de dolor, llamando a Davide con urgencia, diciéndole cómo se sentía en ese momento, pero él
ardes, muy preocupado por el estado de Ro
ada por la preocupación, sujetó la mano de Ros
olor en la camilla, su rostro pálido reflejaba la angust
ltar su propia ansiedad mientras tomaba la mano
avide. No debería doler así-Su voz, normalm
o por la salud de Rosel y su hijo, y la culpa por no
a madre como el bebé estén bien. El dolor puede deberse a varias r
, apretando la
a sala de espera, sumergido en un mar de pensamientos contradictorios. La posibilidad de perder
u relación había evolucionado de encuentros casuales a algo mucho más profundo y complicado. La ironía de la situación le pesaba; estaba atado a un matrimo
no eran una buena señal, sobre todo
a mi
on horas, el médico finalm
calmado ofreciendo un alivio inmediato a Davide-. Ella ex
iero saber la verdad y no me a
mujer fuerte. Hemos logrado detener el parto prematuro por ahora, pero Rosel deberá pe
ivio, sus hombros cayendo com
lado de Rosel, para asegurarle que todo estar
ó, indicándole p
ita descansar. No se
da, pálida pero visiblemente más tranquila. Al ver
emos bien-murmuró, su voz
tomando su mano
nque en su interior, la
.
unió a Fiorella y su
dijeron que no cenaste. ¿Todo bien? -preguntó Fiorella, señ
n. Solo estab
grado de
ncuentro
fin de seman
s regreso a
l señor Queen-. ¿Quieres contarnos un poco
ella no tenía idea de que él se quedó a pasar la noche en c
nto frente a ella, cla
viendo a una Chiara ner
labio inferior y lo humedeció, viendo sus mejillas sonrojadas, cosa que se perdió la noche anterior por la oscu
do disimular, pero Dante no se lo ponía fácil. Debajo de la mes
el señor Queen, mirando ráp
n mosquito,
Y lo hace a propósito. Eso m
ibas a decir? ¿Qué te quedas en Italia? Milán puede ser un lugar para ti, Chia
lta-. Me gusta mucho. -aquella mañana parecía solo para ellos dos, nadie más. Dante so
ecía de importancia y a una velocidad abrumadora, Chiara se sentía que ib
torbellino, que no conocía d
uchas cosas en San Fr
Dante volvió a tocar el de Chiara
rancia. Chiara... ¡céntrate! No, de él no. ¡No te enamores de él! Solo fue un b
i vida está allí. No puedo quedarme en Milán-di
usta F
oda mi v
muy bien como para mo
ndo todo el rostro de Chiara s
lando de Fra
rte Francia, si alg
a alguien a quien
u hijo Dante lo sabía, conocía muy bi
ó, Dante y Chiara fueron
vas a Francia?
quieres cono
ro ninguna respondió a
an de los
se primero. Miró que no hubiera n
te mucho... Milán. Yo sí
ndose consigo la sonrisa de C

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