vista d
que una vez tuve tan querido. Pero ahora, después de presenciar su tierna preocupación por Karla, después de la fría negativa a ayudar a Andrea, después de la aplastante comp
elegantemente sentada a su lado, con la mano entrelazada en su brazo, estaba Karla. Su sonrisa era radiante, sus ojos brillaban con una inocencia cuidadosamente cultivada. El artículo que lo
conveniente, el sistema de apoyo silencioso, para ser mantenida discretamente en segundo plano, y luego descartada cuando llegó un modelo más brillante. Me había ocultado, me hab
e había borrado. Me había vuelto irrelevante. Pasé esa noche, y la siguiente, mirando al tech
ecido una asignación de trabajo en el extranjero, una oportunidad para reconstruir mi vida lejos de los escombros que él había deja
vió en nuestra contra. Cada abogado al que me acerqué para el c
siado arriesgado. -La influencia d
omo la pólvora, retorcido y distorsionado, haciéndola pasar por una seductora, una cazafortunas. Los comentarios eran vicioso
e pintó como la exesposa amargada y celosa, tratando de sabotear la nueva y vibrante relación de Gerardo. Karla, mientras tanto, cabalgaba la ola de simpatía pública, sus redes sociales se disp
ablar. Mi madre tenía que vigilarla constantemente, temiendo que hiciera algo drástico. La luz en l
anunciarse. Se paró en el umbral, una sonrisa triunfante en
ente se buscan problemas, ¿no? -Su mirada se desvió hacia Andrea, que estaba acurrucada en el sofá, sin responder-. Honestamente, Corin
re se m
mi voz temblando
un sonido burl
mana es toda una celebridad ahora. Qué pena. -Dio un paso más cerca, su voz bajando a un susurro ven
e convulsionó, sus ojos abiertos de terror, reviviendo la pesadilla. Mi madre corrió hacia ella,
garré el cuchillo de trinchar de la encimera de la cocina, su hoja brillando
irreconocible-. ¡Tú hicist
tirando de mí hacia atrás. El cuchillo cayó al suelo con un estrépito. Gerardo. Estaba allí. Karla, co

GOOGLE PLAY