ítu
r estas puertas y supervisar a los recién llegados. Aquellas desconocidas personas vestían una gran armadura resistentes como si fueran esos caballeros que estaban al servicio del rey; es decir, eran Guardianes, hombres poderosos y admirado por las personas, especialmente porque cuidadores de la gentes eran, los más
sión de haber nacido en la guerra y criado para la misma, sin embargo, también se puso en posición de combate, manteniendo la calma como sus oponentes, respiro profundo y equipo su escudo en su mano izquierda mie
aquí, no pareces ser un viajero, pareces ser un bandido. – expreso con calma, observando caut
entidad vacilante. – No sé, de donde provengo. Simplemente aparecí en el bosque... – volvió a expresarse con esa voz tranquila que parecía ser
do silenciosamente a Khaos, evaluando su extraño comportamiento, no pudiendo sentir su presencia, pero algo extraño parecía rodear su cuerpo, algo que no ver ni presentir, simplemente allí estaba y sentía como sus insti
compañero. Quería respuestas del enigmático ser, aparecer en un bosque de la nada no era algo común, si bien había secuestros, y algu
errero. Su apariencia era llamativa, esa extraña armadura que poseía se veía ambigua, desgatada y media dañada, podía ver como había algunos huecos en su coraza, algunas líneas que seguramente fueron provocadas por los ataques enemigos, ahora que lo pensaba, el tono que empleo, sonaba vacío y susurrante, casi fantasmal. Una voz que no tenía compasión o al meno
Lentamente su mirada vacía se aflojo y fue cambiada por una llena de dureza. La confusión se desvaneció, remplazado por u
nto Hans, apuntando co
que fuera no había perdido el conocimiento, pero, aun así, ¿De qué servia tener conocimiento si no estaban los recuerdos? Si, tenía los conocimientos básicos, escribir, leer, hablar. Nada más que eso, sin embargo, no sabía que eran estos movimientos que hacía, tal vez sea la memoria muscular actuando en momentos de peligros. No obstante, esa falta de recuerdo, no solo rompió el equilibrio de su mente, la personalidad no era nada más que un caparazón vacío, no había un punto
on aquellas partículas de luz que eran comparable al tamaño celular, pero al ser millones y millones de partículas, hicieron posible un camino dorado, de la luz. Sin tener una opción, el guerrero que se encontraba sereno y confuso antes tal situación, camino por
e, sin embargo, lo negro no se desvaneció, simplemente estaban unas pupilas de color rojo como la sangre, observando
tidad olvidada, una supuesta leyenda... – siguió murmurando, mientras que, Khaos solo ladeo su cabeza hacia un lado, en señal
si en verdad una mujer fuera, aunque nunca preguntaría si era una mujer. También vio que llevaba una prenda de un color similar al dorado, se veía como un amarillo arenisco, sin embargo, su
de defectos. Aunque de la nada, pudo sentir un escalofr
ciclo se repite.... Es hora de cambiar todo... – continúo suscitando – Recuerda estas palabras.... La profecía ha dado inicio... Y la llegada de un guerrero olvidado finalmente se completó... ¡Pero un día! Temerán a ese hombre, no ordi