img El Color de la Venganza  /  Capítulo 3 Tú no estabas en mis planes | 2.44%
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Historia

Capítulo 3 Tú no estabas en mis planes

Palabras:2509    |    Actualizado en: 09/07/2021

idad a causa de las influencias de uno de ellos, quien enseguida consiguió los boletos. Posterior a eso caminaron al interior de la

ecían de pie junto a la barra de la discoteca y, observaban el baile de muchas d

er como sus amigas la halaban de los brazos para llevarla a la pista de baile, al parecer ella se negaba. Él se recargó sobre la barra

acompañaban a Paloma, para bailar con ellas, dejando a la morena sola en medio de la pist

s azules profundos, mientras mostraba su blanca dentadura de

talón de mezclilla negro, combinando a la perfección con aquella camiseta blanca de cuello en V, que resaltaban sus firmes pectorales, además que el blazer azul claro le daba un toque sofisticado, pero moderno a la vez;

ilencio, sin poder resistirse a él, empezó a mover su cuer

ima mientras bailaban; ella de vez e

go? -preguntó al momento

o a aceptar bebidas de desconocid

ar -habló con voz seductora Iván-, t

ciones no las había sentido con nadie hasta entonces. Era algo inexplicable la atracción que aquel hombre ejercía sob

-se presentó sonriendo-. Es un verdadero placer conocerte -pr

sus labios y su cuerpo sufrió una fuerte conmoción al sentir una

ratando de reponerse a los estragos que l

l voz. -¡Qué lindo nombre! -exclam

s con sorpresa al darse cuenta de que

-sonrió con

ro de la joven, su tierna y aterciopelada piel lo tenían cautivado; es así que la llev

divirtieron; para Paloma: Iván, era

ana las muchachas se despi

jo Paloma, observando a los ojo

os que volver a vernos - comentó él, sacando s

as sus amigas la llevaban a la fuerza hasta la salida-. B

o en su memoria lo últi

se rápido al auto de Paúl, su compañero, qu

a. -¡Paloma Borrero, aquel hombre e

ar por las ventanas, mientras en su mente imaginaba toda una

o, educado -suspiró la jove

ió Rosalía-. Caras vemo

da-, los hombres como él, no toman en serio a ch

rágil, apenas era una niña, que estaba entrando en la etapa adulta, mientras él ya era un hombre hecho y derecho como se decía, a sus treinta años había logrado incrementar la cuantiosa fortu

**

ías d

exteriores de la facultad de medicina, buscando a sus amigas, sin e

rmes pectorales y sus fuertes brazos, jadeó un suspiro al verlo enfundado en aquella camisa celeste claro y esos pantalones grises. La vista de ella se desvió a su at

rosas rojas; ella abrió sus ojos negros co

os mechones de cabello del rostro de Paloma, quién sint

mientras percibía el aroma de las flor

invitart

miró con

o-, no estoy presentable -señaló su atuendo, mordiendo

o problema con eso -dij

o ropa elegante -

eocupes -

universidad a quitarse el traje que llevaba encima de su habitual atuendo; lo

, debes tener cuidado» se

a camiseta blanca, tenis del mismo color, se observó al espejo y

mbre confía en él»

aba con lentitud hacía él, quién permanecía

lista! -

da de la jovencita, quien era alta, hermosa, muy natural,

ndió, esbozan

rtible gris de Iván, quien como todo un caballero le abri

idad por favor -aconsejó una vez qu

n muy cerca, Iván inclinó su mirada a los carnosos y sensuales labios de la joven, n

nas, tuvo que hacer un esfuerzo sobrehumano para no

alpitaba con fuerza, ella tambié

ncendió su vehículo y colocó música: «

ías, en la razón de la melancolía, de esta tarde, en la que basta con que

nriendo también-. Mi pasión es el piano -co

ento le acariciaba la cara, y disfrutaba de la

ivo, sin embargo, no deseaba incomodarla, así que prefirió un sitio menos elegante, pero a la vez confortable e í

pizza ¿O eres de l

ra, mientras Iván la observaba hechizado,

met que ustedes los millonarios acostumbran,

tó una carcajada ante e

respondió, lade

lir, entonces extendió su mano hacia Paloma, al momento que sus

ía como una jovencita que apenas conocía

l le inspiraba era nuevo, desconocido, le d

lavó en las grandes paredes de ladrillo visto que se elevaban hasta el techo cuyas vigas de madera cruzaban de manera triangular de extremo a extrem

n mantel vino de fondo y uno blanco encim

volvía el ambiente; entonces un

irió el vino, además de solicitar alitas en salsa

loma, le comentaba de sus sueños, de convertirse en una gran pediatra y de cómo

detalles sobre la vida privada de Alain, pues al joven pintor no le gust

**

desp

sombrero y tomaba asiento en uno de los sillones del lobby del hotel

lar galanteo se acerc

rva en la suit

quién? -aver

respondió, presio

onces le entregó a Alain, la tarjeta, él sonrió ag

de tiempo sus labios se unieron en besos desenfrenados, así como las caricias no se hi

cho tiempo -su

dose a ella, para tomarla en sus

mbelesado por su particular belleza, enseguida la cubrió con s

edes de esa cómoda y amplia habitación de aquel lujoso hotel; sus cuerpos bañ

ella cabalgaba sobre él, agitando su negro cabello,

-jadeó

ti -aseg

ca danza de sus caderas, alcanzand

o sobre el pecho de Alain,

onmigo -p

su mirada lle

en serio? -

de compromiso y una propuesta formal -respondió, entonces tomó de la bar

nfirmó ella, se abraz

*

capítulo. No olviden dejar

desde

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Contenido

Capítulo 1 Introducción Capítulo 2 Capitulo Uno Capítulo 3 Tú no estabas en mis planes Capítulo 4 Decisión Fatal Capítulo 5 Un alma en pena Capítulo 6 Culpable o no
Capítulo 7 Entre el amor, y el odio.
Capítulo 8 Entre el amor y el odio. (Segunda parte)
Capítulo 9 Maldita suerte de quererte.
Capítulo 10 Decisiones Extremas
Capítulo 11 No hieras mi corazón.
Capítulo 12 Un corazón que está muriendo.
Capítulo 13 No estamos solas.
Capítulo 14 El odio puede más que la razón.
Capítulo 15 Lo que ayer fue dicha, ahora es dolor.
Capítulo 16 Descubriendo la verdad.
Capítulo 17 Embarazada y en prisión.
Capítulo 18 Escapando del verdugo.
Capítulo 19 Un ángel en el camino.
Capítulo 20 De pasión mortal, moría.
Capítulo 21 Mañana será un día nuevo.
Capítulo 22 Amargas verdades.
Capítulo 23 Pintas de colores mis mañanas tristes.
Capítulo 24 Hasta que llegaste tú.
Capítulo 25 Perdiéndolo todo.
Capítulo 26 Tres razones para ver la luz del día.
Capítulo 27 Me dediqué a perderte.
Capítulo 28 No me quiero enamorar.
Capítulo 29 Solo el amor nos salva.
Capítulo 30 Solamente tú.
Capítulo 31 Se me hace el agua corazón.
Capítulo 32 Se me escapa el alma.
Capítulo 33 Beso a beso, te iré enamorando.
Capítulo 34 Mereces que te ames.
Capítulo 35 Ella tiene ya otro amor, y él no tiene nada.
Capítulo 36 Te dejo mi calor, por si te enfrías.
Capítulo 37 De tí, aprendió mi corazón.
Capítulo 38 Hazme sentir, que soy mujer.
Capítulo 39 Si tú no regresas, no hay felicidad.
Capítulo 40 Solo se me ocurre, amarte.
Capítulo 41 Y es que no sabes, lo que tú me haces sentir.
Capítulo 42 Dos solitarios más.
Capítulo 43 Reencuentro Inesperado.
Capítulo 44 Mi corazón te busca.
Capítulo 45 Revelaciones (I Parte)
Capítulo 46 Revelaciones (II Parte)
Capítulo 47 Revelaciones (III Parte)
Capítulo 48 Amarga Verdad.
Capítulo 49 No me dejes nunca.
Capítulo 50 Eres el fuego, que me calcina.
Capítulo 51 Desde que llegaste tú.
Capítulo 52 A punto de perder el control.
Capítulo 53 Me amarro a tu vida.
Capítulo 54 Fundiéndonos labio a labio.
Capítulo 55 A rojo vivo, el deseo.
Capítulo 56 Él se llevo tu inocencia, pero yo te hice mujer.
Capítulo 57 Tan lejos, y tan cerca.
Capítulo 58 Comprendí, que había perdido.
Capítulo 59 Otro ocupa mi lugar.
Capítulo 60 Simplemente amigos.
Capítulo 61 Peligro de amor.
Capítulo 62 Liberando el alma.
Capítulo 63 Tú vas cambiando mi vida.
Capítulo 64 Vida nueva.
Capítulo 65 Me duele pensar que, nunca mío serás.
Capítulo 66 Eres el aire que respiro.
Capítulo 67 Te echo de menos.
Capítulo 68 Me gusta abrazarte, y perderme en tu aroma.
Capítulo 69 Por ti esperando en la vía.
Capítulo 70 Recuérdame.
Capítulo 71 El Reencuentro.
Capítulo 72 El peligro asecha.
Capítulo 73 ¿Iván o Pamela
Capítulo 74 Prisionera.
Capítulo 75 Buscando paz.
Capítulo 76 San Carlos de Bariloche.
Capítulo 77 No sé si es amor.
Capítulo 78 Esperanzas rotas.
Capítulo 79 Déjate querer.
Capítulo 80 Ese beso de amor, que no se olvida.
Capítulo 81 Pasiones que se convierten en cárceles.
Capítulo 82 Cicatrices.
Capítulo 83 Me encargaré de borrar las huellas de tu pasado.
Capítulo 84 Te metiste por mis poros, para alegrarme la vida.
Capítulo 85 Yo iba pensando en tu venida.
Capítulo 86 Amor verdadero.
Capítulo 87 Yo fui el segundo en tu vida...
Capítulo 88 Malas noticias.
Capítulo 89 Incertidumbre.
Capítulo 90 ¿Una oportunidad
Capítulo 91 Revelaciones.
Capítulo 92 Separación
Capítulo 93 El frío abismo de tu ausencia.
Capítulo 94 Un silencio profundo en el corazón.
Capítulo 95 Derrotado y sin hallar la calma.
Capítulo 96 Te amo, Olivia.
Capítulo 97 Con el amor que me das, yo respiro.
Capítulo 98 Yo te amo, y por tu amor, me hago santo.
Capítulo 99 Es así, como me amarro a tu vida.
Capítulo 100 Yo quiero hacerte florecer.
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