¿H
i podrías ayudarm
ado. Sabiendo cómo manipularlo para hacer lo que él quería, suspiró decepcionado, sus ojos brilla
suspiró John mient
ras interiormente se rió malvadamente-. Espera aquí, ya vue
splomada y decepcionada de Franklin supo que estaría de acuerdo en ayudarlo, incluso si eso volvía a morderlo
era segura en su bolsa para más tarde, esperó pacientemente a que le dijera cuál era el problema. Es
echarme
o del pergamino, mirándolo con curiosidad-. Solo hazl
ambio, agarró la mano de John y rápidamente cortó una pequeña herida en su dedo índice.
a que
ente calificado que maneje las principales artes de la magia- Franklin mintió r
afecte a mi... es por una
ellos rápidamente y John obse
ayuda para nada, lo está
erribado, el dolor llenó sus sentidos cuando el mundo pareció cambiar ante él. Él gimió suavemente y lo último que vio antes
todo parecía tan diferente, mucho más grande de lo que era antes. Oyó unos pasos que se le acercaban y poco después vio a sus dos ex alumnos a
n rato despertart
gritarle pero se sorprendió cuando un sonido totalmen
. ¡Estaba maullando! ¡Él, el increíble e infame oficial de los escuadrones
za, Gabriel ahora estaba sonriéndole con un destello satisfecho.
al que antes de su discurso salie
de sus ex alumnos, sabía muy bien que parecía estúpido pero solo necesitaba saberlo. Y sí, allí estaba lo que buscaba, una cola plateada abunda
iró a las dos person
rtos cuando terminé con ambos
do John- respondió Gabriel con calma, g
- le contestó Franklin-. Y el de Ge
oso de allí no?- preguntó irritado, todavía si
spiró. Agarró la cosa que Gabriel estaba sosteniendo y le
las formas posibles. Sus patas y la punta de su cola eran negras. Todavía tenía ojos desajustados, uno rojo y el otro gris oscu
biaste?- John sus
l rubio que tenía delante-. No te preocupes, a nosotros no nos importa. Pensamos que de esta manera podrías ver el otro lado de Genesis, desde el accidente con sus padres, ella todavía actúa como si fuera fe
, el si la había escuchado gritar en sus sueños. Eso sucedió mientras él se quedaba con ella, pero ni una sola vez ell
s era llevado a la cocina. Lo dejaron suelto en la mesa, tropezó un poco antes de mirar a Franklin con confusión. Solo sabía lo que estaban planeando cuando Gabriel entró a la cocina, acostado en un pequeño plato frente a él c
lo!- Franklin dijo alegremente, empuja
trás golpeando con una de sus patas el pequeñ
astante satisfecho con su trabajo al ver que la sustancia pegajosa roj
ida para gatos más cara que
ue me hagas comer eso- Levantó la nariz y se gi
servando la escena que se desarrollaba ante él-. Me pon
el está de acuerdo con
; está en la lista de no rot
os si queremos llegar a
orr
dejando atrás las cosas desagradables y r