en el aeropuerto in
ellos sostenían carteles de la cara de un hombre guapo, mientras que otros sostenían carteles de abanicos decorados
estaban cubiertos por un par de gafas de sol, era obvio por los contornos de su rostro, su nariz alta y sus gruesos labios ro
P comenzó a gritar aún más fuerte, como si tan fuerte g
nadas de ambos lados. Al mismo tiempo, las comisuras
o que todas las mujeres que
s de la multitud hasta que se subió al auto que h
ron. Suspiró aliviado y puso algo de música. Mientras conducía, un gran cartel en el quiosco de un periódico llamó
l lado del quiosco de periódicos. Se puso cuidadosamen
a de su alcance. Wesley se volvió a su lado para ver quién había tomado la revista pero no po
compra
rimero era en realidad un niño. El niño pequeño sostenía la revista en la mano izquierd
ostrador tomó el dinero del niño
amente apareciendo en su rostro. Luego, de puntillas una vez más, mir
ce dó
niño se acercó para entregarle el dinero a la mujer en el mostrador
o", dijo el niño, sosteniendo la nota de
evista cuesta quince. Entonces, te h
tir con la mujer, pero antes de que pudiera,
l niño mintiera. ¡Lo que no podía creer era que un ni
es ", espetó la mujer sin pensar. Fue solo después de
por qué dijiste que solo te di veinte en e
nerviosa y avergonzada. Sacó el cambio rest
dijo: "No debes tratar de engañar a los niños
a ser lo suficientemente inteligente como para golpear a una mujer de mediana edad que había intentado engañarlo. La mujer en realid
odavía se sentía tan avergonzada que ni siquiera se dio cuenta de que Wesley era realmente la estrella en
bía comprado la revista. Había una mujer cam
ba a punto de alcanzar su auto, de repente se detuvo y se gir
ntrarlos, pero todo lo que vio fue a unas poca
le preguntó a la mujer en el mostrador: "Disculpe, ¿vio a
respondió la mujer, se
aci
amente corrió e
l quiosco de periódicos, pero salió corriendo a la cal
lado. Parados en medio de la concurrida calle, Wesley miró a su alrededo
frente a él con los ojos muy abiertos
todos. Pronto, Wesley esta
arme tu autógrafo?" Cuando la multitud comenzó a clam
o y la mujer. Justo cuando estaba a punto de perder los e
eaban, pero fracasó. Al final, no pudo hacer nada más que ver a l
cercano se acercaron para mantener el orden. Con sus esfuerzos
uina de la calle donde los