abitación VIP 888. Solo quedaban dos personas en la gran y lujosa sala privada: Arvin y Joyce. Luego se aflojó la co
era una prostituta. ¡Como si! "Señor. Arvin, ¿verdad? No soy una prostituta Me estas malentendiendo. Si qu
No estaba aquí para encontrar a alguien con quien dormir. No sabía qué le pasaba ese día, pero realmente tenía ganas de enseñarle una lección por ser tan arrogante. ¿Cómo se atrevía a hablarle así? Mientras Arvin l
pente se quedó en silencio, con el labio inferior temblando. Le recordó a Arvin a un conejo herido. No era excepcionalmente hermosa, pero algo lo atrajo hacia ella. ¿Era su
lajarlos. ¿No es así? La voz suave y magnética de Arvin hizo que un escalofrío le recorrie
No puedo
Huh! Arvin la soltó y regresó al sofá. Había una pizca de desdén en su rostro. Joyce estaba furiosa. El desdén del
mo! " Joyce quería darse la vuelta y marcharse, pero de repente se sintió abrumada por un mareo. Sintió como si le tiraran del suelo por debajo. Se
ito usar la habitac
se quedara con él toda la noche. Sin embargo, el hombre gordo l
surró al oído: "Gatita salvaje, descansa bien". El cal
pero la mujer agarró su camisa y siguió tocánd
y necesitaba desesperadamente un poco de agua, pero algo presionó contra sus labios
igieron hacia su cuello. Joyce yacía congelada. Ella quería escapar, pero no pudo. Parecía darse cuenta de lo que sucedería despu