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Historia

Capítulo 3 Cap. 1

Palabras:2132    |    Actualizado en: 30/08/2021

e Kader se encontraba de pie observando una pintura en particular. Allí estaba su

hermano se pusiera al lado, y en silencio so

ue su padre había partido, su mente solo registró que parecía haber sido ayer mismo cuando el ú

cir verdad, Umar fue un hombre con un carácter fracturado, y con muchas falencias que ahora mismo po

tica muy positiva, Kader acept

ntico. Cómo tenía esa templanza que lo caracterizaba entre todos, y co

e ambos eran polos totalmente opuestos, so

proseguía después de esa cuestión, y no tenía ánimo para eso ahora-. Hay otra mujer en

n su misma cama, y había tenido una noche agitada, ahora mismo seguía con esta de

serio, como cuando iba a lanzar un ultimátum-. Quiero que respetes

ptible, pero por supuesto era imposible que

in quitándose de su lado y yendo al ba

der

poco de aire. Podía sentir los pasos detrás de él, y no sabía si

dos, y aunque quedaron débiles después de una guerra, ver en lo que se estaba convirtiendo su nación, lo llenaba cada día

s, quería una economía potente, y quería que su

es que no quiero imponer nada en tu

os los negocios que se jugarían por la tarde con al menos cien co

ra, no traeré a nadie más al palacio. Sabes q

ey añadiendo ese tono paternal q

e hizo ese gesto que tanto él cono

dió estando ya harto de

sus dos palmas en el muro de piedra mira

er, Kader. Y de nuevo estás fastid

y no pudo reprimir el disgusto que le

bre mis acciones? -Kader se acercó a su hermano con evidente moles

ra Saravi, como lo son nues

ca salió de su bo

a reina es importante, pero no para mí. No esperen que yo me arrodi

terarse nuevamente mientras movía

la mano con una señal militar que él acostumbraba a hacer para con

tonta sobre protección para con esa criada que ya estaba sobrepasando sus límites, y

o hablar con Bushra, el malestar vino de nuevo a su pecho al saber que había sido una

cometió un error en mezclar su amistad, y la verdad es que,

pasar el jardín, una visión única frenó de golpe su cu

mo en su puño. Naim ya caminaba en pasos seguros porque recientemente cumplió dos años. No

on a esas manos que estaban gestionándole muchas cosquillas en sus costados, mientras r

cabello muy bien cuidado, con una cinta que supuso habían tardado tiempo en colocar en su cab

, dentro de toda esa ternura, y ese rostro llenó de pecas, hiciera que un hombre como él se

tuviese galanteando con ella, tomó un pedazo de cabello y comenzó a acariciarlo. Todo su cuerpo se formó en una sola corrie

s blancos y perfectos, relucieron en su rostro. Su boca sonrosada fue mojada, y vio c

uvieron solos en el pasillo y la interceptó antes de que ella se fuera hacia su habitación. El recuerdo de ese olor, tan femenino y tan delicad

ir, y giró bruscamente ante la voz de su amiga.

liar, todos madrugaban, trabajaban y tenían un oficio que hacer, mayormente porque de eso dependía esta n

ano es lo mejor si quere

drugar, ¿Qué ho

sabía. No sabía nada de ella, pero el que fuera

an bonita!, -la mujer dio unos pasos más y luego achicó los o

un brazo para que ella no

es

lia?, ¿una p

no supo por qué le fue necesario expulsar la información

estido que carga es muy costoso, puedo saber la calidad d

tras apretó la mandíbula y se giró pa

ar, es una criada. Solo que

ia de una importante mujer a sus espaldas, hizo que e

haciendo un asentimiento de mala gana a Bush

dín como si solo estuviese con su hijo-. Que hermosura de

o una mirada altiva de Zura, y viendo como

creo que ha tenido un poco de temperatu

de? -la pregunta de Kader frenó a su madre y el

n no te has enterado, Nadia será presentada a la sociedad en dos semanas en un baile real... imagino que Saravi quiere un buen esposo para ella, así que no te pr

u amiga, y no dejó rastro de su

intentó pasar un trago, sintió que su garganta le dejaba e

ce unos diez minutos atrás, necesitaba quitarse el malestar que su madre le había inyectado hace unos segundos-. ¡Kader! ¿Qué haces? -la respiración de

i él iba a ser débil frente a ella en algún momento, debía ase

jarse a admitir, que ella

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