trada en la acción que estaba realizando porque cuando escuchó aquella p
a de qu
encontrarse de lleno con unos profundo
Titubeo Liz con vo
iosa y avergonzada por lo sucedido en la mañana. Así qu
s ant
sentado, Gabriel la hi
on mirada despectiva, pasaba a ser una persona bastante profesional. Sin embargo, debía de adm
écnicamente aun no comienzo a trabajar". Pensó la chica de ojos verdes co
ió ese hábito de jugar y piñizcares las manos para calmarse
la sensación de que la estoy intimidando", Pensó él. No obstante, se apresuró a deshacer aquellos pensamientos que no eran propios de la situación. Debía co
o en la situación, ya que todo lo que estaba sucediendo había sido consecuencia de su mal genio, no er
a ánimos de sonreír, pero quiso hacerlo al recordar su enfrentamiento con Liz. A diferencia de su aparente timidez no se quedó c
sí, pero solo por parte de su familia, con quienes compartía un fuerte vínculo.
interna
ó a mirarlo fijamente a los ojos y sostenerle la
había olvidado un poco como era ser una persona, ya que, desde hace años en ese recinto se hacía lo que él decía. Sus deseos y ordenes eran absolutas, ya sean personas jóvenes o mayores y ni hablar de las mujeres. Esas criaturas sedientas de su atención eran las pe
as indicaciones de lo q
plado con sus verde
?" Fue todo en lo e
orrería? ¿Se quedaría con el trabajo? Liz dejo escapar
sonrisa. Ella era extraña, y sin duda no
ntusiasmada de lo que le hubiera gustado. -Inclu
ia no es un juego, soy una persona ocupada y alguien que se toma muy enserio su trabajo. Espero que seas i
puerta al salir. Ella tomó su asiento y comenzó a trabajar de inmediato, ya que, si se tomaba un tiempo
ora
elo dejando el eco de un sonido demasiado alto. Liz cerró los ojos y deseó poder escabullirse
aberla asustado, y quizás había puesto demasiado énfasis en su mi
Tienes una hora, ni más ni
rugo e
son cuare
estaba dando veinte minutos más de tiempo y ella ¿estaba protestando? Gabr
evo jefe comenzaba
lla tragando saliva, y sin esperar respuesta de Gabriel, bajó y se arro
ba siendo ignorada por la muchacha, así que,
te. Recién llevaba media mañana y solo quería acostarse y olvidarse de este día, hacer como si nunca hubiese existido. "Tengo que hacerlo por el dinero, en ningún lado me van a
entro en la gran caja metálica mientras veía como los números descendí
puertas en el piso quince y un joven de cabello castaño apareció. Ambos se miraron por
el ascensor en silencio
ñor Gabriel, pero al ver un rostro nuevo, recordó inmediatamente que ella le había comentado que estab
eía. Su pequeño rostro se veía joven, y aunque era un poco delgada para su gusto, podía ver el atractivo de este. Sin embargo, lo que más le llamó l
lazo de Ame? - P
ó al escucharlo
na persona hablándome!" Se r
abras del chico. ¿Había dicho Ame? ¿Quién es Ame?, se preguntó la muchacha, pero entonces r
cretaria del piso vei
ayor. - Liz asintió en comprensión, y ahora que lo veía mejor, tenía u
una vez más. -Soy Lucas- se
tía, lo cual Liz agradeció. -Lizbeth, pero
además, también necesitaba un guía, porque ella estaba segura de que ter-minaría perdiéndose y lleg
to, pero Lucas estaba decidid
s tu primer día. -Liz hizo una mueca al reco
í. Amelia fue muy considerada al dejarme
dejando ver su p
ble trabajar con Don Gabriel c
racioso ya que ambos parecían casi de la misma e
en? Era muy extraño. ¿Dónde estaba la gente mayor que solía ver en la televisión d
ato abrió sus puertas. Liz se hab
Pregunto Lucas con un
con el ceño fruncido. "¿
onsejo comer, es malo para la salud saltarse las co
no Eres tú". Su conciencia la había reprendido muchas veces para ser solo un po
a, se habría perdido. Doblaron por unas esquinas hasta que llegaron a
es la hora en que almuerza mi piso- él sonrió-. Mi hermana es una sola persona, por lo que habló
cas y la pelinegra solo lo siguió pensando en
da y todo se veía apetitoso. Ella no tenía hambre, sin embargo, optó por servirse una porción de salmón con
ue quedarás con hambre. ¿Quieres que pida un postre para ti? -preguntó Lucas con preocupación mientras tomaban a
ver a una señora mayor de aproximadamente cuarenta años, la cual, vestía un tra
o de mi hermana. -Dijo el cas
rio levantando sus manos en forma de defensa. -Por favor no dejes que ella te forme una mala imagen de mí. Solo soy alguien muy simpático-bromeo Luc
xigente, pero es bueno en su trabajo. -dijo la señora antes de pasar de
iz se alegró de haber escogido aquel platillo. Sin embargo, seguía recibie
esperaban a una chica tan joven- dijo Luca
que te vean con alguien que no sea tu her
que no lo parezca, solo como con mi hermana. No paso tiempo
como él no pasara tiempo con otras personas. É
No esperaban que en CEO contratara a alguien como tú-Lucas alzó l
susp
que fuese para tanto. Todo se lo debía a su crema hidratante y quizás a su genética. Maggie bromeaba diciendo que era una belleza natural, aunque ella no entendía muy bien a que se refería con ese término, pero le gustaba cuando ella se lo d
veinticuatro años-
ntonces te gano por tres años. -
saba que en este tipo de empresas solo trabajaba
vertida, un tanto adorable y además parecí
l futuro, casi la mayoría s
nto Lucas era todo lo contrario a su jefe. Era divertido, simpático, amable y lo que más importaba
a en él, no lo había
aquí? - Pregunto L
n? ¿Don
asin
en su oficina o come fuera. -respo
odo a ella no tendría por qué importar
e fue sin antes hacerle prometer que al día siguiente se encontrarían a la misma hora para repetir
edaban veinticinco minutos, pero quería ir al baño. Esta mañana Maggi
n muchos productos y le dijo que debía usarlos para dar una buena impresión. De momento solo había aplicado mascara de pestañas y labi
ndo se percató de que no tenía su bolso con ella, p
pleto silencio y su bolso estaba encima de su escritorio. Caminó lo agarro y comenzó y se ido la vuelta para volve
dos no dejaban mucho a la imaginación ya que cada vez se iban hacie
s femeninos incrementaban, esa convicción disminuía. Liz podía ser ingenua pero no era tonta y enton
al". Pensó mientras reanudaba
ra asunto suyo. Haría de cuenta que nunca escuchó nada y seguiría haciendo su trabajo. Pero pese a todo su enfado e indignación, no pudo evitar sonrojarse al pens
hormonal". Su conciencia se estaba hartando se su compor
Paramore, indicándole en la pantalla que su mejor amiga la llamaba. Liz se asustó y palideció, tomó e
ba bloqueado y sus manos no le obedecían. Si el la descubría esta vez no se salvaría. Apretó todos los botones de
menzaron a cerrar, pero no sin antes ver a unos profundos ojo
susurro su yo interior... y lo peor
dicho que volviera en una hora? Gabriel miro el reloj en su muñeca, est
por mucho tiempo
ndicado. Con Amelia esto nunca había pasado, y si ella sabía o sospechaba sobre lo que hacía en su oficina, nunca lo hab
o de su secretaria seria alguien de la misma edad que Amelia, incluso esperaba a alguien mucho mayor. ¿Pe
s recogía su ropa interior sin ninguna pisca de vergüenza por
lamado a esta chica de la cual ni recordaba el nombre. Bueno, tampoco es que le importase, después de todo la había conocido en una de las tantas reuniones sociales a las cuales asistí
al trabajar- dijo Gabr
lo miro c
explico Gabriel. "Si es que vuel
n estaban perfectamente vestidos. Él la est
Pregunto la chica mientras se
s que no la llamaría de nuevo, ella sabía bien en que se metía cuando aceptó tener sexo con él. Porque Gabri
e los encuentros, ellas siempre pensaban que podí
rminos una vez más, Liz apareció se levan
or decir algo, pero la joven pelinegra lo in
delantó para este el viernes. -dijo Liz sin
ró ninguna expresión en su rostro. No obstante, Gabriel no fue capaz de
ba con Gabriel se le tiro en los brazos y le plantó un beso en los labios demasiado apasionado para que la pelinegra presenc
raba con desprecio a Liz. -Ha sido fantástico estar contigo, mi amor. -la m
cómodo se instaló
incomodad, pero para sorpresa de la j
e o con su oficina no es de mi incumbencia. Solo soy una secretaria provisoria, no debe darme ninguna explicación-Liz
jos de aquella muchacha era una persona horrible. Gabriel no comprendía como todo había llegado a ser de esta manera. Por lo general, él
mirar". Fue todo lo que pudo pensar Gabriel ante
uras y gustos de su jefe, lo haría. Sin embargo, por alguna razón eso la hacía sentir muy incómoda y le rogaba a todos