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e dicen Pepe, está del otro lado de la vereda acomodando la chatarra que juntó del fondo. Él qui
para mantener tanto terreno. Tuvieron que juntarse todos los hijos un día y ponerse de acuerdo para tirar cosas o sacar plantas que no aporten nada al fondo de la casa. Cuando milagrosamente logran
n agricultor certificado por la experiencia. Siempre lo acompañaba; no fue gran esfuerzo para
n jugando con una pelota y comentando cómo es que van a ganarles a sus rivales. Pepe si
, que se puso a cantar como poseído; terminé por levantarme a eso de las seis de la mañana. Pensé que no llegaría con la energía suficien
y decirle todo lo que anduve ensayando ano
, pa que vay
inta, pero esto se
' lo hombres, eh! La última v
isnietos, está meta decirme cuando nos vamos a juntar otra vez para jugar al truc
reja de la casa. Desde que llovió hace unos días el tiempo sigue pésimo. -Nos vemos en la vicar
go que bañarme y después recién
a Ángel que León anda
que eso cuenta como engaño. Si León quiere a Ángel no tendría por qué buscar en mí lo que bien puede tener con su novio. Encima, desde antes de todo este
s de mar enredadas. Ni siquiera se dan cuenta que llegué ni tam
si León ya le dijo
peso de encima. Cumpliría con mi parte de al
de nuevo las llaves de la casa. Mis papás ya están medio vivos otra vez po
y está fresco afuera. -El papi baja de la cama y ll
ver a un compañe
a el papá en med
eh... me
pido de
e las doce! -e
Bu
el horario nuevo que puso la vicaría. Como ahora debemos compartir al diacono Rodri con la otra
nte de la de León. Como no hay timbre, toco las manos. Alguien en la ventana cerca de la puerta corre la
sale de la casa,
r acá? -pregunta apen
ue habla
¿
un poco largo lo qu
living y se sienta en uno de los sillones de color bordó. No hay ni siquiera un vaso de agua por educación o la invitación a sentarse, pe
trata? -pr
r. Es solo decir la verdad, aunque sea horrible y me odie má
pasa c
a a quedarse en casa, y el pelo renegrido que le acaricia la frente por el corte con un poco de flequillo, oscurece más esos ojos enmarcados por ce
bien ent
é pasa. No me ca
cosas terminen así. Yo solo pensé que
rumpe-. Hablá, no d
Lo llevé a mi casa, pero en la puerta él me dio un beso muy... Ah, hum...
te. Para mí ya es muy fuerte. Me quedo sordo por el ruido q
aste a m
insisto-. Ya supondrás porqué
so vi
llón del frente-. No estuvo bien que León pase tiempo conmigo y a vo' te deje de lado, menos estuvo bien que yo no le pu
ríe de manera forza
ubierto por esa monotonía en la voz y la expresión inesperada, que no quiere hacer ver-. No te merecés es
lgo
go la
a y esos ojos antes fríos ahora tienen un poco más d
as resuelto con León, todo bien, me voy y no me vuelvo a acercar a vo', y a él meno
ijo algo e
or que vo' y no veía las horas de... Ah, decía cualquier cosa. -Pongo las manos en a
ape, ¿c
Qu
te dio mi nov
él por si acaso escuché mal -. ¿E
menos me describís el chape que
cara. No sé. León estaba borracho, obvia
algo que no
¿
empujarlo, pero Ángel aprieta sus brazos contra mi espalda y quedo quieto no solo por la fuerza del abrazo sino también por el dulce sabor a mandarina. T
lugar. Tengo que sostenerme de él cuando siento que las rodillas me tiemblan, como todo el cue
ganas de volver a saborear la dulzura de la mandarina esparcida en su boca de color chi
edo antes de que haga cualquier cosa, golpearm
é hac
su desinterés con un gesto-. Para que veas, eso no es nad
rimer beso fuera con un chico con novio y, encima, en pedo, acorralándome en la puerta de mi pieza. A
a enoja
ce que me encanta andar
y herido. Ángel, que no parece ser una persona frágil porque tanto su presencia
a, pero todavía tengo ganas d
ue un poco drástico... O sea, por lo que pasó c
os, pero yo no paro la mirada en sus ojos; me fijo en sus labios curvilíneos y en movimiento-.
reocupés, no quiero a León y n
eclamarle como tanto quiero. Me dejó estúpido y vulnerable. Tal vez, más que para hacerme ver que poco le importa un engaño como un beso, fu
vitar la tentación de lamer mi boca para volver a sentir
ligaste de mí -dice, abriendo la reja pa
fuerte que me hace cerrar
sta en esa zona sigue ahí, mezclándose con el dulzor y la acidez de la fruta. Quizás esa fue la sensación que re