en uno de los restaurantes más prestigiosos de la capital de Estaquia. Cuan
ambo estaba recogido formando una rosa, sus largas pestañas se movían al ritmo de sus párpados. Con unas cejas bien delineadas q
rente y una vez que tocaron la p
voz gruesa de un hombre, L
Dios se
la mirada y se encontró con u
antó mientras las do
ue le hablé. - Los ojos miel de Dani
mano suave y delicada de la jove
sintió nerviosa al quedar sola con ese hombre. Se di
co Daniel sonriendo. __Toma asient
ue hacerlo, pues su madre siempre trabajó y cuando llegó a casa de su tía nunca le
a joven y la presentó a todos sus empleados,
a charola con mucho nervios, camino hasta la mesa y al ver
e discusión por lo que ella se levantó rápidamente y
da - Gruño Dania mientras la
io con su franela la blusa de la herm
misma que salía en las revistas y televisión con Enrre - Ahora mismo te echaré de aquí. Eres una inútil mira nomás como dejaste mi ropa. - E
oz de Daniel la de
a, es una buena para nada por
empleados como quieras y peor aún echarlos. - Aclaro Dan
fui yo, mañana podría ser uno de tus clientes. - Dania ap
, ahora te exijo que te
as me disculparé con una don nadie como está. - Se dio la vuelta y se marchó. So
a, ella es
pe señor, yo t
ue no fuiste culpable. Agarro la barbi
sé perfectamente como es ella. - sonrio
na. - Daniel soltó un suspiro mientras la veía partir. Luego s
discutían? - Emir tomó de
s nada
tedes tienen una relación de a
l día que se hiz
estas tris
de sobra, lo que hubo entre
re lo
nunca
do esos ojos azules de la noche anterior, aquellos mismos ojos que le recordaron a Crysthel, aunque creía
e los tacos altos en punta lo trajeron de vuel
de Enrre y éste la abrazo recorriendo sus manos por las redondas pompas
su novio y lo llevó a la habitación que se encontraba al lado de la oficina. Cer
ntrato se acab
emos casarnos - Dania asin