ado como locos jóvenes cazadores de estrellas y deseos. Ahora eran recuerdos todos atesorados, uno por uno en el corazón anidados, aunque no quería mentir, también deseaba pa
ño, la bata se dejó caer con desgano en el pequeño aparador mientras ella ingresaba a la ducha, el agua estaba en su punto ideal, de modo que no ta
r un nuevo pastel del gusto de todos. Se reunirían en casa todos a cenar, era la manera de sus hijos celebrar, ella gustaba ese día de ir a caminar, tomar algún vino en una cena fuera de casa con Mery y Gigi, sus dos grandes amigas, claro eso sería para ella
lo. Se colocó un toque de brillo en sus labios, algo de rubor rosa magenta, lápiz con el que le dio un toque a sus cejas. Se colocó un pantalón de mezclilla, blusa azul a cuadros pastel, calzando sus tacones medios,
, no faltaba más que ahora pensaran que era una decrepita anciana solo porque su documento decía con hincapié en los (51) años, que tontearía. Creían que le dolía los huesos, la
e había mucho trabajo, extrajo de su bolso, unos zapatos cómodos para trabajo, guardando los que tr
te trajo justo a mi- avanz
huevos con jamón, café fuerte, y pan de queso, estoy segur
a, pasando su mano por la cintura, -Rose, sinceramente te hace falta algunos cariños y besos al amanecer, piénsal
a barra, comenzó a despachar ordenes, la cocina era amplia, con una barra hermosa, le había remodelado junto al salón, ahora tenía tonos amarillos ocre y past
la cortesía de la casa, en puerta siempre había un pequeño toque cuando un cliente ingresaba, en ese inst
revisa la carta puedo ofrecerle café- Rose fue
rar que me preparen uno así de rápido, sencillo- Bien, q
pedido, en una pequeña cesta de pan, trajo unos panes
tomando otro pedazo más pequeño lo llevaba a su boca. -Es una verdadera delicia, ¿Dónde lo compra-
ia el lugar donde estaba el horno- en ese instante llegaba el pedido- Efic
erta gracia. -
trará- ella se dirigió a dej
que iba con su traje, impecables, aunque era ciertamente algo vanidoso, mínimo era algún insoportable de esos que eran ricos, buen auto, una quinta, viajes y demás. Ella era una señora de café, cajera, mesera y dueña de su propio horario. Lenin en ese mome
rincipio no aprobaron mucho, pero bien que iban por pan, café, importante detalle, no pagaban casi nunca, excepto de Omar que cancelaba siempre su pedido, así debería ser. Pagaban en
ue puedas pasar por Sebas- por favor, n
o puedo querida, tu esposo
la y como tal podrías hacerlo- ni
ación, pero lo llevaré a tu casa, tengo cosas
que aquí entrara tanta gent
a varios clientes, así que puedes tomarte el café en la cocina, eres de la familia, y tu puesto, lo podría ocupar la famil
nta que tome el café-Lili
hermosa barra, aquí toma
l traje ya había cancelado marchándose, le había visto por la ventana cuando encendió su auto y s
la noche, Emi la mesera del segundo turno estaba aprovechando para limpiar, era ágil en hacerlo, dejando impecable el lugar. En ese momento recordó que debía pasar por s
do, la bodega le había dado un orden a todo. En la segunda planta quedaba la bodega, un baño amplio, oficina, salita de descanso, una habitación con baño privado tenía balcón, closet, allí vivía