manchas rojas en el asiento. Avergonzada, hice un esfuerzo para disculparme.
r mi oferta, él me son
lo bien, tal vez deberías esperarme aquí un minuto. Iré a empacar algun
ba evaluando. Luego, dijo con voz seria: "Solo decidí ayudarte. Nunca calculé cuánto costaría y t
aunque era la primera vez que lo veía, era un buen tipo. Desafortunadamente, no se po
, le di la
uido, él
e mi casa, me destrozó
tura al tiempo que yo me apoyaba en su pec
ervaba de nuevo, ¡me di cuent
ternura para engañarme, y en real
e mucho rato. Con eso en mente, me quité la ropa sucia y me limpié con una toalla húmed
niente de la parte inferior de mi cuerpo era casi insoporta
pasaporte, un cargador portátil, y justo cuando estaba a punto
ún secreto que aún tenía que descubrir. Quizás podría ser la ra
, pero resultó que el estudio estaba en absoluta oscuridad. No h
n libro que estaba tirado en el
ó haber sido el libro cua
ca, y al asomarme por la ventana vi a Shane.
ue indicaba que el hombre iba subiendo. En vista de que no
s acercándose a la puerta del departam
sentimiento, pero justo en ese momento, oí algun
o de descubrir la verdad me hizo acercarme más y más a la puerta, y a
prendió tanto que estuve a pun
ue haya otra mujer