e
recía y decía por qué no la salvé, siempre despertaba llorando. Pero me prometí a mí misma que
ara sostenerme el cabello. Me siento mejor después, pero me tiro a la cama de nuevo por si se me vienen las n
ete -dice, aún
ido. Entonces tira de mí hasta que me
-me mira furiosa-, ¿e
o. -Hablé enfurecida mientras me le
primero que me gusta ver cuando m
olas con mi madrastra, las cosas siempre terminaban mal. No tenía ganas de pelear, así que terminé de gu
madrastra sentada en el sofá. Esperaba no encontr
e, abriendo
ate -dijo co
. Mi madrastra no dudó en salir a regañarme, pero me enco
creo que jamás había pensado en "vivir" en un lugar como ese, pero muy pocas pers
trarse con aquel chico rubio de ojos color avellano pa
o terror, es a ellos. No tuve ninguna mala experiencia en el pasado, pero cada ve
lo posible para no
a los perros no les gustase. Caminé y cuando iba a estar lo
o, y en efecto, me había
pegué el grito al cielo
ima es señal de buena suerte. Lo cierto, es que pienso que es t
el parque central y me senté en
para celebrar. Además, soy consciente de cómo me miran las otras personas por lo que mi padre
honesta, no tengo la menor idea de qué hacer ahora. Se supone que las chicas de mi edad se preocupan por su apariencia, por quién consigue n
uí? -Pregunta el ch
do decir. S
ma as
ue es mejor vivir
lo peor. ¿Qué hay de l
spiró con fastidio y apoyó su cab
mierda -
tareas que dejan los
uierda un poco, a lo
-respondió sin más, luego de unos segun
popular o a
pe y hacerlo reír. Él me mira pícarame
uapo e in
bo admitir que es muy hermoso. La pileta ubicada en el centro y los árbole
después? -añade y
e caminaré ha
o acom
N
do que me baje del respaldo y me quede senta
a la vez que se llevaba la ma
mío. A las justas somos conocid
n pu
s un chico muy lindo. Debe tener doce años y su apariencia no encaja como alguien de su edad. Tiene la mandíbula un poco enmarcada, los
ngo algo
edé mi
da. Deb
ar a la puerta de salida del parque, minutos después llego a la parada de autobús y re
us techos de tejado. Nunca vine por esta parte, siempre me quedaba en el paradero, así que es
lo y se me olvida. Me quedo contemplando mi entorno que no me doy cuenta que alguien estab
,
pregunté, agachándome
onó en tono acusador- Tu casa es
ndo nuevos a
nté y señalando los pedazos en el
ida que lo
r estas plantas -sonrió mientras señalaba c
o dijo «debes» en ve
í, pero sonó má
casa no est
dijera algo y
o a pasos grandes para alcanzarla. Luego de unos minutos, cuando nos separamos a más de cuatro metros de distancia, empiezo a tro
de su casa-. Deja tu mochila adent
e un lugar donde dejar mi mochila, pero no e
recto al jardín trasero. Una vez que llegué, lo examiné rápid
del jardín, con una maceta en l
atontada-. Ven, ayúdame a bu
cer esto? No hay nada sospechoso en ella, pero tal vez
ra evitar que caminen encima de las plantas -dice, luego se agach
arbustos? Las flores
mejor dejar esto para el final,
a -agarré la azada y em
ñora Paltrow se esfuerza por levantarse cada vez que se tiraba al suel
tás cavan
metro. Me apresuro a rellenarlo con tierra y allanar con mis manos. Una v
l sol ya se había ocultado y decidimos que sería
s galletas que ha horneado. Cuando vuelve, veo que son galletas con chispas de chocolate y u
o -dice, elevando el me
ojos se me humedecen; son iguales a las de m
s que aparecen en l
do-. ¿No es muy tarde? ¿Qué dirá
scuchar lo último, p
s tan
sa y se levanta para sacar unas mantas de un cuarto-. Tengo un c
imera habitación y el cuarto estaba muy limpio. La cama tení
sonríe y sale cerrando
y te las arreglaste para