do de mí porque no me has visto e
aliva nerviosamente. Por alguna ra
enos días. No sabía que había r
resé y, esta vez, he vuelto para quedarme. Ve a pr
rmitorio?', se preguntó la empleada para sus adentros. Rachel ya no tenía un
habría dudado en decírselo. Pero, ahora, Rachel parecía haber cambiado mucho, pues se había convertido en
su alrededor y vio que el diseño del jardín frente a la casa no ha
aquí, y también la señorit
ir a buscarlos", dijo Rachel, mientras pasaba
taba jugando con un collar de diaman
mejor? ¿Este o el otro
stentoso", le respondió su madre. De pronto, la mujer de mediana edad agarró el collar que estaba en la mesa de centro
ciente gema central. Al ver lo hermoso que luc
tro extremo del sofá. Se sentó junto a un h
o crees?", preguntó Alice, mientra
hija es la mujer más hermosa del mundo. No importa qué
n su rostro. "Si mi mamá te escucha decir que soy la mujer
: "¿Por qué estaría celosa, niña tont
io entre dientes. "Para mí, tú y tu madre son la
rió. En cambio, Caroline solo bajó la cabeza porqu
epentinamente se escuchar
isipó en el aire cuando vieron q
cástica. "¡Qué familia tan feliz! Estoy demasiado conmovida por
reía que, incluso después de la muerte de Elisa, Rachel estaba teniendo una vida cómoda porque se había convertido en la seño
ack y su nueva familia. Pero solo se quedó allí de pie
aquí?", le increpó Alice, quie
Rachel la ignoró, caminó
gunta de Alice. Entonces, siguió a Rac
señorita Bennet. Si ella quiere regresar,
so estaba hablando contigo?", lo reg
e respondió: "Soy s
echado de su casa y no tienes adónde ir, ¿crees que puedes volver a vivir aquí solo porque contrataste
tó de agarrar el brazo de Rachel con la
no que además le arranchó tranquilamente el collar de zafir
cuello, lo que la hizo lanzar un quejido de dolor, pero solo s
hel, pero esta ya había previsto lo que Alice estaba planeando. Justo antes de que su mano pudiera alcanza
odillas abruptamente,
ara ayudarla a levantarse. Nunca imaginó que la desgra
ano. "Si mal no recuerdo, se supone que este c
os dientes y trató de recuperar el
o me dijiste que no tenías dinero ni para comprarte un vestido que valía solo diez mil dólares? Incluso me manipulaste para que yo
lida. "¡Ese no es asunto tuyo! ¡Ese collar es mío! ¡Devuélvemelo o ll
nas y no dijo nada por un largo momento, solo
ente, se acordó de lo que Rachel le había dicho hacía tres d
rabado a láser un número de serie especial. Si dices que este collar es tuyo, deb
números grabados? ¿Cómo se supone que sé eso?', pensó la joven. Ella a
ta atención a un estúpido número de serie cuando compra u
parecía importarle lo que Alice le había dicho. Con una sonrisa sa
cado de tasación, ¿cierto? El número de serie también está escrito ahí. Un
ico. En un tono vacilante, el
Rachel. Ella sabía perfectamente que todo era una farsa de Alice, así que continuó: "N
ostro de Alice se ens
usa y, segundos después, le preguntó: "¿Qué te pasa? ¿No querías l