ños. Y ahora, de repente tiene un hijo de más
ría ella con el niño. Luego mostró una sonrisa suave y tranquilizadora con ojos en f
l chico parpadeó. Pronto, las lágrimas en sus ojos se desbordaron, resb
ño de repente giró la cabeza y con un sonido de "hmph", e
mbro de su cuidadora. Pero sus labios, cubiertos
su repentina sonrisa. Como el niño ya no
tres entraron juntos a la casa, Leo se agachó para cambiarse los zapatos por chanclas de interior. Sus pequeñas manos eran blancas y tiernas. Después de ponerse los zapatos, corrió con sus c
cordó cómo el libro describía a Megan como alguien que no era muy cercano a los niños pequeños. Dado que ella estaba perdidamente enamorada de Bruno, lo persiguió y trató de hacerlo res
anterior. Le gustaba mucho esta niña. Mientras mi
Qiao como propio mientras la situación fin
arios días porque golpeó a un reportero. Cuando salió de prisión y fue a buscar a Leo al hospital, descubrió que su hijo había desaparecido. Ella lo buscó sin cesar, pero no pudo enco
ngió caer. "¡Ay, me duele tanto, necesito que algu
estaba corriendo s
el lugar y sus ojos se abrieron como platos. Sintiéndose pro
de su madre y se paró
primero, presentó su mejilla junto a él. Leo miró fijamente el rostro de su madre durante d
a en su costado, su corazón se derritió de i
de Leo y lo elogió con una sonrisa: "Leo ayudó a
a cocinar mientras
La pantalla mostraba a 'Elena Wu
lvides venir al estudio temprano mañana por la mañana. Le
llegó aquí, donde afortunadamente fue abandonada por el protagonista masculino,
"Elena, en realidad le pedí este papel
ir las palabras 'No soy adecuada para esto', u
fue reemplazada por un br
dido del anfitrión original?
mente, diciendo que debía ayudar a la presentadora original a lograr su deseo de converti
ndió: "Puede que necesite más práctica, ¡pero h
su teléfono celular con molestia y examinó su muñeca. El brazalete estaba allí pero las amenazas de muerte habían desaparecido. Suspiró con alivio, luego notó que Leo la estaba mirando. Megan inmedi
ver el brazalete? Sintiéndose perpleja, s
o. El niño inmediatamente abrió los labios y se lo comió. Megan se rió. Sostuvo otra cucharada frente a él, esta vez con calabaza. El niño miró fijamente el trozo de verdura. Sus largas pestañas revolotearon
rendida: "Leo nunca come calabazas, ¡