Has
teriores, todo está preparado para que nos reciban, será un viaje de cinco días, cosa que lamento porque son unas catorce horas de viaje. El martes en la noche partiremos: mi tío, su m
camino a casa recibo la
majestad, Dios lo p
as Salam –
en nuestro salu
puedo se
en el palacio de Matharhaj. a eso
lá es
colina el ´the Cage´ el conjunto de locales nocturnos los cuales tengo tiempo que no visito, deberé arreglar eso cuando regrese. Desde que mi tío me nombró ministro de relaciones exterio
s del siglo XVII y centros culturales de la zona, he pasado ya los grandes portones capaz de aislar la zona de Matharhaj del casco
cho un excelente trabajo en la actualización de muchos procesos, ha continuado el legado de mi abuelo Amir Abdulah Al Tamin quien modernizo los edificios y estructuras. Aún vive, pero decidió delegar el trono
posterior del palacio que da hacia un acantilado de roc
huella, he informo que su majestad me está esperando, espero la comunicación interna y sigo
de color marrón muy oscuro que separa el
el secretario – su alteza
luna se refleja en el ventanal de techo a piso. Tras nuestros abrazos, besos
o que lo hace por romper el hielo, porque estoy segu
ldremos mañana a las 5:00 pm estaremos aterrizando a las 7:00 de la mañana de nuestra hora y allá se
ya he explicado todo, finalmen
ashington, volaremos a Miami y regresaremos a
en su rostro, que hace se vea más joven. Asumo que aunque pretendo mantener su serenidad se da
jestad, ¿me está
olos, déjate de form
ie
– pregunte aun sin creerlo – dígame qu
omo si tuviera más edad que yo – se sonríe y yo le devuelvo la sonrisa porque es cierto – Ya sé lo que me va a dec
rdo que algunas veces tío se permite liberarse y hacer cosas poco comunes para su cargo, y la mayoría de las veces lo he acomp
a compartir un poco con los americanos comunes, y para eso iremos a Miami, llevaremos ropa occidental y quiero estar dentro del aeropuerto como un pasa
tiendo lo que quiere.
stra partida, cuando mucho nuestro recibimiento. Abdulah que se regrese con el comité y lo
ndré todo listo. – le afi
que sea inminente que le digamos a Abdulah que vamos
ío, ¿puedo rec
na ceja y
reguntaba que podía hacer en la única noche que teníamos libre, y nunca me paso por la mente ir a Mi
a eso lo sé – dijo
ueden ser de los míos. ¿Qué opinas? – y ruego que me acepte la propuesta o igual tendría que hacerlo por mi cuent
a Alah que la acepte, me gustan los riesgos, pero estaremos en otro país y él es nuestra máxima auto
ngo que me deje llevar por la emoción, ya te diré yo
– respondí solt
ecesarios con total discreción. Ah