ge
se
su muerte. Y he vist
e la cama, no podía dormir,
la realidad, y aún
espejo y pare
os. Solo estábamos la familia, no queriamos
lágrima desde que l
ueno, o es re
segura, es que iba a averiguar quien fue
igo que pregunta una
alda, con una camisa roja de tirante, con su c
sto buscand
levo unos jeans desgastados, y una camisa que tiene
la cama. Y mi cara está más pálida que una adolescente cuan
horribl
-exclama haciendo ruido
¿
n el instituto, y no vas a ir como la nov
ace reír
ás llama
arregles porque así no vas
ede, y me maquilla cubriendo las grandes ojeras que tengo por no dormir bien estos días.
zo porque me maqu
y mejor que hace unos minutos, a
lsea con una sonrisa admir
os mucho, y agradezco eso porque no e
ión que está puesta en la ra
la emociona subiendo el
la observo co
13 años, no es tanto, pero siempre ha estado para mí. Ha sido mi ancla en lo mome
lla. Me incomoda el tacto cuando siento la cicatriz que llevo justo en ella. M
ndo lo que estoy pensan
as nos miran, y otras solo se limitan a ignorarnos. Y así está
que hacer, -dice mi amiga al llegar a
ra recordar quien es el pro
co los demás libros- No es la pri
runce
bajito de lo normal viendo a todos l
virginidad el año pasado, y me engañó con Hasna White, la chica p
on las facciones de Dios griego, rubio, ojos azules con armadura y una espada pa
esponder cuando un
voz masculina que descon
y no entiendo el por qué hasta qu
, y empieza a latir más
artamudeo l
tartamu
ni
repite un poco más alto que
me
en medio, que son geniales. Tiene el cabello un poco desordenado, que no evita que sea sexy. Tiene varios tatuaj
n atención, y una
tuviera los ojos tan lindos, y eso que los mios son verdes. Pero los de él no, son de un
os, se le hacen unos hoyuelos que hacen
in saber si es una pre
sonreír al
será este m
mirando mi camisa, y volvi
-digo si
n poco de confusión, pe
S
patos son de color amarillo. -señ
se llama pa
as pato y si es un
SÍ SE LLAM
RDO! -grita más
ar más que él - ¿NO HA
más que yo, pero se det
é? -pregunta
ue el
SABER QUE ES
-Olv
s porque seguramente ya va a sonar el timb
stá a mi favor hoy, ni n
o unas manos son más rápi
le pregunto al desconoci
a gracias. -dice con sa
eo como se mue
ra que no se ensucie, -le sacudo un poco la camisa, y al
e divierte la situación, no evita que sea am
un buen día. -habla Chels y le ex
sonríe y
ta so
nota que no e
o sin saber a
no te bañaste. Gr
otaba. -dice Chelsea a
a fulmino c
Ch
o en ev
ue se nota. Pero de igual manera
tarle algo muy gros
er
o, y al cerrar el casille
pe
-y de paso, piensa igual que yo- Adiós Chelsea, fue un placer.
pero se detiene para
-con eso se va, y se pierde
*
afetería. Me siento perezosa en el asient
? -pre
Qu
..-dice y sé a donde
deberías decir nuestro no
. -dice levantando y bajando las cejas- además, en su peque
cejas, -¿
poco fuerte, y algunas personas que está
lpa, ella tiene problemas, y
erlo porque sigu
te haces ilusiones. -ni yo me la
sabe que no quiero hablar
está haciendo larga la cola. -digo haciendo un ademán de levanta
i tra
a viene en camino
sta que una voces l
de hamburguesas con papitas?
clamo, abr
más fuerza, mientras una
o qué? -responde la
-también la abra
nieron en paquete, cuando los conocimos, ya estaban juntos. Sí, desde muy chiquitos,
sotro
esto sabe muy bien, o no sé si es que yo te
muy rico. -comenta Chel
viaje? -les p
rabajan yendo de un lado a otro. Ben está casi siempre solo en su casa, ahí
osas playas. La vista desde hotel cuando llegaba el atardecer,
n entre sí haciendo arte. Es increíble lo que puede llegar a hacer el cielo,
alegro mucho por ella, y que ambos estén feliz. Estas 3 personas que están a mi alrededor, son mis pe
salir lágrimas- no sabiamos si ir a tu casa, llamarte, o enviarte un m
iere, a la muer
ra que si al funeral no fueran ido solo familia, uste
familia. Y te conocemos, además que Chels nos dijo que querías tu espacio, por eso no fuimos a tu casa, incomo
visto llorando, y verlo en ese
edo, no me
bsorben la na
bonito. -dice Chels l
sé que ustedes hasta matarían por mí.
emos intentando no ens
y la cara le cae en la salsa
limpia y veo una pulserita pl
inda p
sca como loca en su bolso, logr
Una para Chels, y otra para Án, -nos ofrece la pulsera que adorna nuestra muñeca- ¡Ahora sí! Nuestra amis
orazón que tengo, y los ob
stuvier
l salón veo que me
esa, Á
uardame un puesto. -le aviso a Chelsea, quien
e dirijo directo a la mesa do
o n
do aquí. No solo pudo desapar
mi móvil vibra dentro
s raro que me esc
uando lo leo se me eriza la piel que llega hasta mi espina do
é quien
*