e locura, pero también hay sie
ich Ni
ul
han sido bastante agitados. Una ola pandémica está llegando desde la frontera y a difer
en provocar angustia en ellos, alli sólo tenemos un respi
cercana aparecieron asesinados cuatro personas, dos de ellos eran dueños de la finca "La rivereñ
lgunos dicen que los mandaron a matar por asuntos de deudas de contrabando y otros, aseguran que se debió a problemas con al
umo, cuando llega a la medicatura, nada más y nada menos que el nuevo alcalde acompañado del señor Rizzo. Al verlo no puedo evitar sentir un escalofrio por todo el cuerpo; luego de saber que era casado, dejé de ocup
siado abrumadora para mí. Creo que yo nunca podría ser tan sociable con otras personas como ella. Eso excede mis propios límites; no sé si es
er su saludo por mera cortesía. Me mantengo distante, hasta que el Sr. Rizzo sostiene mi mano y me
ulina. -me sonríe y yo
bolsas llenas de mascarillas, guantes desechables y alcohol en gel. Las fotos no se hacen esperar, él se pone a mi lado, sostiene la caj
e la caja y él sonríe de tal manera que de no ser porque lle
vo y sexy es muy bondadoso. Por lo que he oído decir al Dr. Godoy, él es benefactor de la medicatura y constantemente hace aportes par
los cadáveres encontrados en "La rivereña" y ahora todos están tan alegres, se reúnen y
por medio, una tarima gigantesca, juego de luces, y un sonido de alto nivel. De se
salir, se det
y festejar con un desconoc
pregunto extrañad
sa porque aquí nadie lo había visto antes. Politiquer
la política, en
del Sr. Rizzo, su mirada es tan fu
Y te está mirando -dice ella
gunto simulando
a acá. -me i
r se enciende. Quisiera salir corriendo a su encuentro, besarlo y abrazarl
quieren acompañarme con una botell
terminé mi guardia -r
ntrando a la mía. -r
on Godoy para que cierre la med
que sea correcto -res
ponsable con su trabajo. -me d
metida con mi labor -
hora. No tiene pacientes, así que
después viene acomp
í si necesito de ti, simplemente te hago llamar. V
y yo vamos detras de él; Dios aquel hombre parece un Dios nórdico, vaya glúteos que se gasta
nozco, nunca antes había deseado tanto a un hombre como a él. De pronto, se levanta y se aleja de nosotras, comienza el evento. Lo v
ido único. PU, como diría mamá el PUPU. Desde hace más de una década han dirigido el país, pero rumbo a un desf
mi corazón late otra vez agitado y mi vagina también se une al retumbar de los tambores. Creo que este hombre es
asando? -escucho su
esponde Helen nota
-me mira directo al pecho
-respondo y bebo un
ego me increpa de tal manera que estoy pensando en levantarme e irme a la medicatura. Veo la hora, ya han transcurrido cas
e deberí
yo luego te acompaño y me v
za a sonar la música y Helen desprovista de toda pena, se levanta y lo invita a bailar. Él acepta la invitación, la sostiene por la cintura con amba
trata de otra broma del Dr Godoy
o bailo. -respo
s a arrepentir -vuelve a c
molesta y l
ije q
uñetazo que le da Rizzo en medio del rostro. Me cubro la boca con las
rza su puño y me mira. Luego suelta al homb
tu asquerosa vida a una mujer
sted. -responde aún aturdido por el golpe, mientras l
Un chico que está parado detrás de él, le extiende la mano, y l
io que lo golpeara. -le digo algo asombrada
abría quedado tranquilo hasta no obligarla a bailar con él. Este tipo de h
so. Discretamente busco a Helen, con la mirada, pero no está, ya se ha ido. Debió ser al
jor es que me v
-él se ofrece c
coloca su mano en mi cintura y mi cuerpo se enciende por segunda vez. En algún momento, me sujeta con mayor fuerza. Cruzamos la calle, puedo ver a algu
epentinamente, se apaga la luz, apretó su brazo con fuerza. Él me sostiene con su otra mano por
e? -me pregun
algo nervios
rato de tranquilizarme apartándome un poco, se abre la puerta de la ofic
señorita Santos. Me
o menos se distrajo un po
nas noches, seño
ente Sr
por las luces de afuera, pu
cierra bien esa puert
na doctor,
ar hacia el escritorio y no tropezarme. Camino hacia el escritorio, halo la si