ica-. No seas tan dramática
miró como la mejilla
hombre! ¡Y casi fui violentada por un an
mbro. O era por la bofetada o era por lo qu
do el ceño-. No sabes de que esta
o l
as que tu y tu m
qué está
ada en la otra mejilla y
amá! ¡Supongo que debe estar con nuestro padre! ¡Yo que sé! -reci
e o tengo que volver a abofet
preguntó Mónica- ¿Qué
eso entonces e
r? ¿Abofetearme hasta sacarm
me donde est
o Mónica frotándose las mejillas
taremos a tu madre para
ojos y gota de lagrima
do que sepa que tu
la mirada-. Allí de seguro es
o de quince años
un baboso
ó del brazo y
on tu mad
años, se comportaba muy infantil. Robert no le caía bien y mucho menos le gusta que le llamara madre a su madre. Si, tanto Robert como Rachel eran hijos de otra madre, pero Robert fue adoptado a los diez años, y el pa
se, un hotel de lujo para empresarios de buen nivel. Rachel le pagó al taxista y le dejó que se quedara con el cambio porque el tiempo era apremiant