salir y nos hicimos novios, de toqueteos y manoseos no
-en el sentido estricto de lo fisiológico, claro está-
uchas veces pensé que debía esperar hasta casarme, ahora sin embargo me pregunto si v
o no sé si debem
que todo esto seria bueno, que no es malo entregarme con la persona que amo, pero ahora las dudas se penetran en
me entregaria en la totalidad, pero hasta que me entregue el anillo, ese anillo de compromiso, para luego venir un anillo
ejen llevar por lo que su cuerpo lujurioso siente, todo tiene que ser por amor y porque ambos se aman. Y que no crean nada de es
da la oportunidad de ver si ese amor es sincero. Me siento una de ellas porque ahora estoy si me
i teléfono-hablan
ntesto al te
, ¿cómo estás? -d
qué haces -susurro
ueña, pero tiene todo lo que puedo
a que quiero invitarte al cumpleaños de un amigo.
era invitar a una fiesta de amigos, aunque sea de cumple
é lista. -afirmo y
ostrarle al idiota de mi primo, que debe dejarse de nec
ue Jorge te invitó a la
ha hec
r ti, prima. Que es porque
s, debo aguantar sus miradas lascivas. Están incomodo soportar sus miradas y sus insinuaciones, pero me siento atada porque no pue
ya era padre cuando la conoció. Por eso pude vivir aquí,
le dije mientras caminaba haci
s son honestos, Brina. Qui
e atreve a decirme eso, ¡somos famili
rimos, s
timos sang
loco mis manos rodeando su
rdad me
do lo q
no te veo como a nad
evanto la rodilla y conecto a donde quería conect
que no me interesas y que si sigu
rra
ene que respetarme, somos familia, ademas mis ojos lo ven con desprecio, no
ás mi tía quiera
uede que lo ignore, pero tambien
no le
. No le diré pero
, he sido
idiota enfermo. Juro por mi vida que
os de
s, mamá se
tándome vas a seguir recibie
mi habitación. Al inicio viene revis
de mañana y ya e
l suelo y gime al
? -ella se acerca a é
que ese sinverguenza es su hijo, ten
érgico a las abejas y vi una sobre su pantaló
s? Auch...vamos hijo, te ay
ue no aguanta. Espero no se
ar. Mi queridísimo Héctor me miraba...
con los riquillos -me señala-, y sabes que nosotros som
celos verme con mi novio. Ahora más que nunca sañdré y le
sten. No me voy a casar con ese joven millonario. Ir
a su mano y la lleva a mi mejilla-, además tienes que buscar qué ponerte para q
spere que me dijera que me ayudará a arreglarme,
abalanzo a sus brazos-, c
o me lo esperaba, hasta puedo decir que sien
s a hacer cómpli
u propia madre me ayude, que su prop
do? -mi tía se aleja de mí
zco por estar de mi parte, me has
ñe tras salir de la habit
, pero no creo que
◆
primo, toca a mi puerta y trae dos vasos de alcohol, ese e
er las pa
ido un
forma correcta, me enamoré de ti de fo
ue me acomodo en la cama, mi primo que no es mi prim
no puede
mos
o sé si es el alcohol o si mi despertar sexual ataca, porque cuando Héctor desliza su dedo índice des
ra. Se colocó sobre mi y empezó a desvestirse. No lo detuve, estaba caliente
ó la puerta, nadie nos ib
me mata
or pero quiero esto. Dios sabe cua
sé que tan lejos ll
me con la boca...se supone que esper
ña prima, v
do. Lo que fuese que me puso en la bebida no solo me había generado un hambre sexual intensa sino que aunque me estaba violando, me enco
nza haberlo besado con ansias. Porque en
taba la droga ni el alcohol, porque en mi mente, estaba q
ía participar en algún momento de un encuentro sexual y cuando mi tía tuvo
s desnudos, Jorge me abrazaba la cintura, estaba de rodillas y lo sentía hundir su rostro entre mis glúteos y lamer. Héctor estaba al frente, poniéndole
una nube de deseo y gritos, acabamo
uedan imaginar y para mi tía fue devastador. Y aunque mis noches con Jorge seguían siendo tan c
e embravecida mientras pensaba en lo que era ahora, una mujer que ansiaba el toque de los hombres, una que
a ir a un burdel. No haría nada más que estar con Jorge y si quería, alguno d
rassier. Las miradas de los hombres fueron a mi, y se levantaron. No entendía bie
ué
ecientos dólare
mbio d
comerte
olo
todos miran. Sus fantasías son fet
lo he
rde para una
en un sofá, me recuesta contra e
se rasura el co
moriría, Jorge entonces se sentó detrás de mí, me abrazaba y toca
me permitieron recoger suficien
de Londres y su amigo, querían pagar por mí. Seis mil dólares habían dicho de