nne C
nte sol. Estaba igual que ayer solo que con más nubes y un poco más de viento. La brisa era refres
el patio, simpleme
ue el día anterior. Su cara estaba elevada hacia el calor del sol, sonriendo liger
iéndome en mi habitación como un niño asustado no tendría nada.
cara al frente hacia mí. Frunció los labios e inclinó la cabeza hacia delante. En ese momento casi decidí e
se asiento?-Preg
Era extraño, como si p
nte treinta centímetros entre noso
rostro hacia mi voz, una pequeña sonrisa
e que no me durmiese
el sol otra vez y se mantuvo callado. Podía ver la esquina de sus
todas formas no parecían tener nada an
o, suavemente, su cara todaví
s cerca. No sé porqué, sim
a. Su dulce aliento se extendió por mi cara y lo aspiré con avidez. Mordí mi labio, pensando. La conve
antaría
moso rostro y me la contagió. Mi propia so
al el v
****
d Bar
durante un rato antes de salir corriendo hacia su próxima clase. El viernes tenía un
go?-Preguntó Mariann
arme con esa pre
sa.-Bueno, tengo una idea de a
nte de mí, haciendo señ
que no espero que pagues lo mío pero, m
-Dije suavemente. Busqué su mano por el banco. Acaricié su
ica moderna. No me importa pagar a escote.-
-Hice un leve puchero, sabiendo que esto siempre funciona
¿Paso a recogert
Pregunté, inclinándome hacia su hermosa voz. M
clinase más cerca. Podía sentir su aliento sobre mi piel y temblé ligeramente. Lo