os dientes con un
a en el sofá, aún en pijama. "Buenos días, señora", s
, se levantó de la cama para revisar. No pudo evitar po
ese matrimonio, por lo que Sabina pen
stante entusiasmada con
sa. "No estuvo mal", r
arse. El desayuno está listo", di
tras se frotaba los
Caldwell ya debí
las al dormitorio y tocó la pu
na abrió la puerta y fue recibida por una m
a fuertemente un
s esparcidas por el suelo,
ner la calma. "¿Qué estás haciendo con mis
itió Caldwell con u
"Tuviste la audacia de casarte conmigo llevando a un bast
na palideció
la barbilla. "Dime, ¿cuál es la verdader
? ¿Quería que ese bastardo se convirtiera en su primer hi
Caldwell se
erena. "No fue mi intención ocultártelo. Nuestro matrimonio es solo un trato y nos div
tó Caldwell agarránd
erdad. Soy consciente de que si cruzo la línea contigo,
re, y frunció el ceño. "Será mejor que me e
ocó inconscientemente el vientre
ente, pero planeaba quedarse con é
u madre. Había guardado el informe de embarazo
se enteró al segundo
ó a advertirle: "Si descubro que has es
lgo fuera de lugar, estaré a tu disposició
oda su confianza, no dejaría
recuperar las propiedades de s
los ojos, como si
alguien tocó
yuno está listo", anunc
y controló sus emociones
o la vuelta
la pared. Su corazón latía alocadamente
esparcidas por el suelo. Las lágrimas rodaron po
no y sorbió la nariz. Luego de guardar
a medio comer y una taza de caf
un pesado susp
yuno, regresó a
levantó del sofá y se acercó a e
lizarla. "Es un buen hombre,
rar. "Lamento no p
a espalda. "Ya te lo dije, no te preocupes por
sopa de pescado favorita de su hija, ya qu
ucharada de sopa, pero e
itar y se apresur
sina
reocupada. Al verla vomitando junto
sa?", preguntó con
ó y apretó los p
raje, se dio la vuel
stoy emb