ollo capaz de enloquecer ha
o menos manada con la cual convivir, pu
de ciudad en ciudad creando historias con l
s humanos y soy producto de la relación abominable entre mi padre un alfa y mi
pelota de pin pon la cual simplemente obedecía, no tenía dignidad, ni derecho a la palabr
su fin la noche del veintisiete de enero del
en la parte oculta de los bosques que dividen a Venencia de Belcier y a
ticamente sin vida a la merced de lo que el desti
de mover la más mínima parte de mi cuerpo yacía
contenidas en mi pequeño cuerpo lo hacía a la vez que
e sola me encontraba, el frio era cada vez peor e incl
erpo adueñándose de cada parte de mi a su paso acurrucándome en cual melod
el poco brillo que se elevaba en el cielo tras aquella noche de invierno, y poco a poco tras sentirme fatigada gui
en la vida llegué a pensar incluso que no era digna ni de ser escuchada, así que
nueva víctima la cual tomar, pero para ella tal logro no sería tan sencillo de reclamar, pues a pesar de
s y sin saberlo en aquel momento yo me encontraba justo e
leña para encender la hoguera y precisamente se encontraba de camino a casa cargand
mpezado a hacer estragos en su cuerpo, sus piernas ya no eran tan fuertes como antes
sendero perfectamente conocido por su persona hasta
apa de nieve aquello se encontraba, así que sin pensarlo dos veces se acercó, lo toco y cuando i
levó al notar mi cuerpo complet
templo por lo que ante tal imagen no sa
una disputa en la cual ponía en cual balanza el ayudarme
y tras confirmar que aún seguía con vida basta
ndome un hueco en su mesa y tanto aque
en la montaña solos y alejados del mundo con la es
esistieron de él para en cambio darme un futuro, uno el cua
el bosque que terminamos los tres viviendo en el centro de V
y aunque no llevaba su sangre pude llamarles abuelos ya que llama
mados por los humanos Eliot y Linsey pasaro
, mi vida tomo incluso otro sentido, uno en donde una vez solo relucía l
e entrenaron, me educaron, me llenaron de amor y me formaron de forma tal que fuera capaz de
es ellos habían logrado resaltar tanto lo bueno en mí que no me quedo duda alguna de lo mucho
n el momento justo en el que ya no les necesitara, en el momento justo que ya no dependiera de
había cumplido mis veinte un años, calculándolo claro esta desde el ciclo de desarro
cuando desaparecieron fue ante todo sin dar pa
sar me culpo pues debí imag
extraña y tanto fue la anormalidad de la situación que incluso a mis manos entregaron
a un mensaje bastante claro en relación a Belcier pues si alguna vez
ña joya que podía ser visible en el momento justo de este ser abierto la cual permanece s
especialmente curiosidad pues desconocía completamente que significaban y junto a ella yacen amarra
e me fui de Venecia alguna temporada para recorrer el mundo por alrededor de tres años donde disfruté de un s
anso alguno, sin proporcionar el más mínimo respi
de una decisión tomada casi apresuradamente termine desplazándome desde Venecia hasta Bel
n llegue a visualizarme recorriendo sus calles mientras disfrutaba de su paisaje gracias a las historias que lo