ITU
VO HOR
er aquellas partes del navío que habían sido dañadas, y los dos carpinteros de a bordo, no daban abasto. Una vela se había rajado en vertical de arriba abajo y había que sustituirla por otra. Y la cubierta, estaba llena de algas negras, y restos
pero si numerosos...-le rendía infor
bles al respecto. Y que suban a la cubierta en cuanto esté despejada, las mujeres y los niños
ella y así poder gobernarla en caso de necesidad. Bajaron a la cubierta inferior y de esta a la bodega, donde se apilaban en con
s cañones habrán de estar listos, como lo estaban los israelitas cuando recorrían Canaán. Tenemos pocas posibilidades si se nos acerca un
as mujeres y
n la parte más vulnerable de nuestra nao, pero les defenderemos y el Señor lo
an. El contramaestre Mason les había pedido que subieran a fin de participar en la acción de gracias a Dios. Todas iban muy limpias y
en nuestra vieja Inglaterra...en una
í, un círculo de mujeres, niños y marineros, que les esperaban. Entre ellos uno llevaba una Bib
cielos, tú eres mi d
que nos ha librado una vez más, de la mano de la mue
illiam Sentheyr, se situaron a su derecha e izquierda y le hablaron a la totalid
oportunidad de ser sus siervos y vivir una vida plena, llena de virtud y servicio. Se asignará a cada hombre y mujer su tarea en el barco y deberá cumplir con ella como para con Dios, no como para con los hombres...si así lo hace cada cual, conseguiremos l
labras de ánimo, se dispusieron a cumplir con lo asignado por Mason. Anne y su hija Eleonor, las más afectadas por la situación que estaba teniendo lugar, subieron y ayudaron en lo que les fue posible a las demás mujeres. Fueron acogidas con amplias sonrisas y
u curso...solo espero que aquel galeón español no nos dete
vío se hallaba escorado a estribor. La marinería se aprestaba, rauda, a reparar cuanto podía y reponer en lo posible el velamen del palo mayor, pero solo tenían una vela para colocar en este. Las mujeres desalojaban de astillas, tablas sueltas y restos de algas salidas de las entrañas del mar, mientras el carpintero de a bordo trazaba líneas sobr
blones que está cortando la cerraremos con seguridad, en cuanto al velamen ya se está co
eocupa Tom, díga
han volado, abriendo un enorme boquete por la cubierta inferior y cayendo al mar en medio de la tormenta. Y además las mujeres y niños que viajan
narlas por nosotros mismos, es para que veamo
da y a punto para proseguir la travesía. Ahora la prioridad sería localizar a "La Aurora" y seguir juntas con el rumbo previamente fijado para ambas. Pero eso no iba a ser tarea fácil. Los viento
Unos delfines acudieron a sus cantos y risas y siguieron en paralelo a la nao, desafiando su ahora escasa velocidad. Pronto como si ellos pudiesen conjurar el peligro y evitar la maldad de los hombres, lograron que todos dejasen temporalmente sus tareas y se arracimasen en la baranda de estribor, para observar sus evoluciones